La Rioja

‘Hospital Imaginario’ busca apoyo con su roscón solidario para alegrar a más niños

La Asociación ‘El Hospital Imaginario’ ha repartido este jueves el Roscón Solidario de la Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja para dar visibilidad a su labor y recaudar una cifra cercana a los 2.000 euros con los que espera poder llevar alegría a más niños enfermos en esta comunidad.

La presidenta de esta Asociación, Elena López, ha explicado que el dinero recaudado en esta iniciativa se destinará a la formación de los voluntarios y a la compra de globos con los que entretener a los niños ingresados en la planta de Pediatría del Hospital San Pedro de Logroño, entre otras.

Ha detallado que la asociación apoya y entretiene a cerca de 3.000 niños y niñas durante un año natural, ya que “no solo se está con los que están enfermos, sino también con los que van de visita”.

Esta asociación, ha detallado, cuenta con varias líneas de formación, como un curso de globoflexia, “en el que comprueban que las personas que quieren ser voluntarias están preparadas para ello” y ofrecen unas pautas “muy sencillas” a la hora de entrar a las habitaciones de los niños.

En este sentido, ha señalado que los voluntarios necesitan unas “herramientas” cuando están con estos niños enfermos, como la empatía, ya que “hay que entrar a la habitación sabiendo que vas a estar delante de un menor que no está bien, que tiene unas necesidades y no se puede invadir su espacio”.

El voluntario, ha añadido, debe estar “psicológicamente estable” porque “no se puede echar a llorar cuando vea al niño enfermo, sino tiene que estar fuerte y compartir un rato de diversión con él”. Para ello, ha explicado, realizan el trabajo de “tutor de los nuevos voluntarios” para que “se sientan arropados ante cualquier dificultad”.

Uno de los voluntarios de esta asociación, Rubén Crespo, ha indicado que El Hospital Imaginario cuenta con un total de 40 personas que ayudan a que “los niños dejen su papel de enfermos por un rato y disfruten como niños que son”.

Además, ha resaltado que los voluntarios que entran a entretener a estos niños enfermos “salen mejor” que quienes se quedan en la habitación” porque “entras con tus problemas de la vida diaria, y te das cuenta de que lo importante en la vida es la salud”.

Rosa Lorente, otra voluntaria, ha explicado que cuando entra en una habitación de hospital debe en primer lugar “observar”, ya que “puede pasar que uno entra queriendo dar mucha alegría, pero puede pasar que ese niño se ha quedado dormido y tiene mucha fiebre, por lo que hay que ser prudente”.

Ha asegurado que pertenecer a esta asociación provoca una “gran satisfacción” porque “está compuesta por personas maravillosas que tienen una misma meta y una misma ilusión, aunque cada uno aporta su singularidad”.

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