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El CD Calahorra cierra un 2022 de más a menos y sumido en puestos de descenso

Foto: CA Osasuna Promesas

El CD Calahorra cierra un 2022 francamente negativo. Los rojillos son colistas en el Grupo II de Primera RFEF, con solo 13 puntos y ya a siete de los puestos de salvación. Si la primera mitad del año fue positiva, con otra permanencia al mando de Eduardo Docampo; en la segunda todo se ha torcido. Inmerso en los puestos rojos desde inicio de temporada, el cuadro de La Planilla tiene serios problemas de gol y de resultados. Transcurrida casi toda la primera vuelta, los calagurritanos solo llevan dos victorias. No hay mejor ejemplo de una evolución de más a menos.

Los riojabajeños empezaron enero con 23 puntos, nueve por encima de la zona roja. Su primer partido fue un empate frente al Bilbao Athletic (1-1) y después, la victoria ante el Badajoz (1-0). A partir de ahí, derrota inmerecida en el derbi ante la UD Logroñés (1-0) y empate a nada ante el Zamora. Todavía tenían mucho margen respecto a la zona roja, aunque los dos triunfos frente al Tudelano (0-1) y el Extremadura (6-1) solventaron todas las dudas. Especial fue el encuentro frente a los de Almendralejo, que acudieron con su equipo juvenil, próximos ya a su desaparición. Febrero acabó con una derrota frente al Deportivo en Riazor (2-1).

En marzo, seis puntos de una tacada a domicilio, con 0-2 frente al Real Unión y 0-3 frente al Sanse. 43 puntos ya para el Calahorra, en un séptimo puesto y a solo tres puntos del playoff. Por delante, once jornadas para la ilusión. Posteriormente, el equipo cayó frente al Racing (1-2) y también ante la Cultural Leonesa (3-0). Sí que sumaron puntos frente al Racing de Ferrol (1-1) y el Badajoz a domicilio (0-0). A falta de siete jornadas, los rojillos ya estaban en zona de nadie. A seis de la promoción de ascenso y a diez de la salvación. En la siguiente cita, el Calahorra doblegó al Real Valladolid Promesas (2-1).

A partir de aquí, solo iba a llegar un triunfo más en los últimos seis partidos. En primer lugar, un empate frente al Celta B (2-2) y después, una derrota frente al DUX (1-2). La última alegría iba a llegar en Lezama, con tantos de Madrazo, Carlos Vicente y David Soto. Posteriormente, otras tres derrotas para cerrar el curso futbolístico: Rayo Majadahonda (0-1), Unionistas (3-0) y Talavera (1-2). Pese a un final peor, la temporada 2021-22 terminó de forma muy satisfactoria. Nada que ver con la primera parte de la 2022-23.

Foto: CD Calahorra

Llegó el verano y hubo cambio de banquillo: se fue Eduardo Docampo y llegó Juan García. En plantilla, solo siguieron Miguel, Zubiri, Barace y Arias. El resto, todo incorporaciones; como Miguel Martínez, Edu Luna, Vidorreta, Santana, Barace e Ibarrondo. También cedidos, como Ángel López, Iñaki Recio o Kerman Sukía. Combinación entre jóvenes y experimentados, para intentar una nueva salvación. Tocaría mirar al Mediterráneo, con rivales catalanes, valencianos, baleares, murcianos, navarros, riojanos y el Numancia. Por lo tanto, el nivel deportivo iba a exigir lo máximo.

Advertía Juan García, en este medio, de que el equipo tenía que “competir al 100%, para igualarse con rivales a priori superiores”. Fue premonitorio. El primer capítulo se saldó con un empate frente al Murcia fuera de casa (0-0). En el debut en La Planilla, nuevas tablas ante la Real Sociedad B (1-1). A la tercera, lo que llegó es la primera derrota, en cancha del Barcelona Atlètic (2-0). Después, un empate ante el Nástic de Tarragona (0-0) y otros dos encuentros perdidos más ante el Sabadell (1-0) y el Bilbao Athletic (1-2). Cinco jornadas, dos puntos y solo dos goles a favor. Además, el guardameta Valera se lesionó para largo y le sustituyó Limones.

En la séptima jornada, los rojillos estrenaron su contador de triunfos frente a la SD Logroñés (0-2). Los tantos de Baselga y Arias fueron decisivos en Las Gaunas, significando la primera victoria a domicilio. Después, llegó un empate frente al Numancia (0-0) y después, un tropiezo en la visita a Osasuna Promesas (3-1). Después de nueve jornadas, el Calahorra era colista con 7 puntos y solo cinco tantos realizados. Cuando más se necesitaba, llegó el segundo partido ganado, por 3-0 frente al Real Unión. Sin embargo, hacía falta una mayor regularidad para salir de los puestos de descenso. Esta nunca llegó y de hecho, ya van siete encuentros sin ganar.

Foto: CD Calahorra

Noviembre empezó con un derbi muy competido frente a la UD Logroñés (0-0). Posteriormente, un empate frente al Atlético Baleares (1-1), donde un tanto de Canario evitó una victoria que hubiera sido clave. Más adelante, los resultados fueron todavía peores: 3-0 en el campo del Alcoyano, 1-3 frente a La Nucía y por último, un 1-0 frente al Amorebieta. Ese resultado provocó la destitución de Juan García como técnico del Calahorra. Israel Vicente, su segundo entrenador hasta el momento, asumió el mando.

Su debut tuvo lugar en un encuentro frente al Castellón (1-1), que llegaba como líder. Un tanto en propia meta de Cristian Rodríguez adelantó a los riojanos, pero Kochorashvilli empató en el minuto 90. Desenlace idéntico con el partido del Atlético Baleares y otros dos puntos que se esfumaron. El epílogo ante Navidad fue una durísima derrota frente al Eldense (4-0). En el Pepico Amat se constató que el Calahorra debía mejorar mucho para mantener la categoría.

Foto: CD Eldense

El Calahorra llegó a las fiestas navideñas con trece puntos, solo once goles a favor y sensaciones muy malas. Con dos triunfos, siete empates y siete derrotas, el panorama es muy complicado. El club necesita un milagro y por ello, contrató a Carlos Pouso como entrenador, ya pasada la Nochebuena. El de Leioa intentará algo difícil: hacer más de 30 puntos en lo que queda de liga para salvar a los rojillos. No hay margen de error.

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