El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Logroño, Jaime Caballero, ha anunciado este lunes la creación de un corredor peatonal entre la zona de la Universidad de La Rioja (UR) y el centro histórico para hacer más atractivo y revitalizar esta zona de la ciudad, cuyas obras terminarán en 2024.
Caballero ha presentado este anteproyecto, que está previsto que se pueda iniciar el próximo año y termine al siguiente, con un importe de más de 7 millones de euros. Ha explicado que este corredor unirá cinco de áreas pacificadas del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS): el campus universitario, el barrio de San José, Madre de Dios, la plaza del Ayuntamiento de Logroño y el centro histórico.
Las principales calles implicadas, ha precisado, son las calles Cigüeña, San José de Calasanz y Escuelas Pías, aunque el proyecto también incluye actuaciones en las de Obispo Bustamante, Villegas y Piscinas. En este sentido, ha indicado que este proyecto reurbanizará las calle Cigüeña y San José de Calasanz mediante la creación de una plataforma única, con arbolado y bandas peatonales; abrirá la calle Piscinas, entre San José de Calasanz y Madre de Dios, con la construcción de un nuevo jardín con itinerarios peatonales; y peatonalizará Obispo Bustamante.
También se incluye la construcción de cruces diagonales en las calles Padre Marín con Cigüeña y con San José de Calasanz, y en la calle Villegas con Escuelas Pías.
A ello se sumará la mejora de la seguridad peatonal entre las calles San Millán y Luis de Ulloa; y la inclusión de un cambio de sentido en la circulación en San José de Calasanz, entre Luis de Ulloa y Piscinas, “una demanda recurrente desde que se peatonalizó el tramo de calle Cigüeña”, ha explicado.
Además, ha añadido que el tramo de San José de Calasanz, comprendido entre las calles Luis de Ulloa y Piscinas, tendrá un carril bici en sentido oeste para dotar de bidireccionalidad a los ciclos en este tramo integrado en el campus universitario. Al igual que en el tramo de Escuelas Pías, entre Villegas y Doce Ligero, en el que habrá otro carril bici para dar continuidad al itinerario en sentido oeste hasta llegar a la calle Cigüeña.
En este aspecto, ha destacado que este corredor hará que todas estas calles tengan aceras más amplias, arbolado, un carril de circulación compartido, banda de servicio de aparcamiento, otra de carga y descarga, más pasos peatonales. Dispondrán de cruces diagonales, que, según Caballero, “harán de filtro modal para reducir la intensidad del tráfico motorizado y facilitar la movilidad sostenible”.
El concejal ha apuntado que el Gobierno local ha presentado este proyecto a la segunda convocatoria de los fondos europeos que promueve el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), y espera recibir unos 5,5 millones de euros.
Medidores de ruido
Por otro lado, el Gobierno local ha presentado otro proyecto para instalar, a lo largo de este corredor, medidores de calidad ambiental, tanto de aire como de ruido y de cámaras para el control de aforos, con el objetivo de “convertir esta zona en un lugar de bajas emisiones”.
Esta actuación, ha indicado, incluye un sistema de control de accesos, en el que “se podrá dar de alta y solicitar permisos de forma telemática para ofrecer “un sistema de gestión mucho más eficaz y fiable”. Este sistema, ha apuntado, también servirá para gestionar todas las calles de Logroño que disponen de cámaras de control de acceso.
Este proyecto tendrá un importe de 400.000 euros y la idea es que pueda estar terminado durante 2023.
