No es la primera vez que los vecinos de la calle Cavas y las aledañas se encuentran con un desaguisado como el que han tenido que vivir a primera hora de este martes. Poco antes de las ocho y media, varias patrullas de Policía Local y Guardia Civil han acudido hasta la céntrica calle calagurritana para cortarla porque un vecino estaba tirando cascotes de obra por la ventana. En anteriores ocasiones han sido muebles e incluso cristales en un inmueble que ya sufrió un incendio y que está suponiendo un quebradero de cabeza para los comercios y los vecinos de la zona.
Este lunes, los agentes se han visto en la obligación de tener que cortar el acceso de la vía tanto para vehículos como para viandantes para evitar el riesgo de que fuesen alcanzados por los cascotes de gran tamaño que estaban siendo lanzados y que estaban impactando en el centro de la calle. Han sido miembros del parque municipal de servicios los que han procedido a retirar los escombros de la calle para que pudiese volver a abrirse al tráfico y a los viandantes.
Desde el Consistorio señalan que se toman medidas constantemente cada vez que este vecino lleva a cabo alguna de estas acciones, por las que ya ha sido sancionado en varias ocasiones.
Los vecinos de la calle ya han denunciado en varias ocasiones situaciones similares a la de este martes y son muchos los que evitan la calle ante el riesgo de que caiga algo desde ese vivienda. “Esta mañana era la hora de entrada de muchos niños al cole, que se han asustado al ver la situación”, cuenta una de las madres que pasaba en ese momento por la zona. Otros ya evitan pasar por esa calle para llevar a sus hijos al colegio. “Algunos dan la vuelta porque no sabes cuándo va a caer algo por la ventana”, comentan desde un comercio de la zona.
