La Rioja

La Curruca en Calahorra ya tiene el visto bueno de Patrimonio

La situación de una de las calles en peor estado de la ciudad tiene los días contados. El Consejo Superior de Patrimonio de La Rioja ha dado el visto bueno a la urbanización de la Cuesta de la Curruca de Calahorra, una artería del casco antiguo que deja evidente el abandono de esta zona del barrio durante lustros. Una cuesta en la que la maleza y las grietas campan a sus anchas y que pretende urbanizarse con el objetivo de darle el aspecto de otras que se encontraban en similar situación hace años y que ya fueron urbanizadas, como es el caso de la cuesta de las Monjas.

En el caso del anteproyecto de urbanización y reposición de servicios en la calle Cuesta de la Curruca, el Consejo de Patrimonio ha tenido que valorar la actuación que afecta a una zona arqueológica así como a la unión de esta calle con la cuesta de las Monjas y la cuesta del Rufo justo debajo de la trasera de San Andrés, restaurada recientemente y junto al arco del Planillo de San Andrés. Finalmente ha dado el visto bueno a la solicitud del consistorio por lo que se seguirán dando pasos para llevar a cabo unas obras que se estima que pueden suponer una inversión de 395.225,32 euros.

Sin lugar a dudas, la cuesta de la Curruca es una de las calles del casco antiguo que se encuentra en peor estado, una vía que no dispone de servicios tan esenciales como el saneamiento, y cuyo estado general de conservación es lamentable. Además, los edificios de esta calle presentan un estado de franco deterioro, por lo que las obras contemplan varios derribos de casas en esa misma calle.

El proyecto además de contemplar la urbanización de esta calle, también incluye una actuación en el cruce de las calles situadas bajo la trasera de San Andrés, recientemente restaurada. Una vez concluida esta obra se intervendrá sobre el arco que de momento ha sido protegido de manera temporal.

Igualmente incluye los proyectos de demolición de los edificios y elementos constructivos existentes en el ámbito, incompatibles con la solución que se determine para la calle y la incorporación de los espacios correspondientes a solares municipales recientemente vaciados como ampliación del espacio urbano para crear zonas de convivencia o de otro tipo de servicios menores para el barrio.

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