La Rioja

“Este año hay que tener más cuidado que nunca con las setas”

No llueve. No llovió nada en verano y el otoño parece que sólo rezuma de vez en cuando alguna pequeña racha de agua, de momento insuficiente para salvar la temporada de setas de este año. Josué Rodríguez, biólogo y experto micológico, no es optimista al respecto. “Si esta próxima semana no llueve en condiciones, adiós a la temporada”, asegura. Y es que a pesar de que han caído estos días las primeras gotas de agua el campo tiene tanta sed que “sigue cuarteado, sólo se nota algo de humedad debajo de los troncos de los árboles pero es insuficiente”.

Los condicionantes no son los mejores para una temporada buena de setas. “Es imprescindible que llueva si queremos tener alguna seta en lo que queda de otoño. No vale con que llueva un poquito, pero parece que dan lluvias para la próxima semana así que a lo mejor tenemos suerte”, adelanta.

Y es que corre prisa que llueva para los esteros. “Después del puente de Todos Los Santos empieza ya a hacer frío y hay determinadas setas que ya no salen por las bajas temperaturas”, cuenta. Hay otras como el boletus o el níscalo “a las que les importan menos esas bajas temperaturas”. De todas formas la naturaleza es imprevisible. “Aunque las condiciones no sean las mas adecuadas, los micelios tienen que activarse para sobrevivir, así que alguna seta podremos ver en el campo”, confía.

Mientras tanto, las ganas de salir a por setas están intactas en los aficionados, por eso Josué es tajante. “Este año, más que nunca hay que tener mucho cuidado con las setas”, dice. Es consciente de que todos los años hay que tener un mimo extremo con el entorno, pero, “en años como este, que hay tan pocas setas, aún más”.

Los motivos son varios. El primero, el de evitar intoxicaciones. “Cuando hay pocas setas la gente coge todo lo que ve y eso es peligroso”, recalca. No sólo por las setas que pueden ser venenosas. “Hay muchas veces que cuando hay poca cantidad cogemos setas envejecidas y esas, aunque no son venenosas, sí nos pueden acarrear una intoxicación alimenticia”, cuenta. Por eso es clave conocerlas. “Esas setas viejas no son buenas para el consumo, pero sí hacen su labor en el monte, así que mejor dejarlas”, aconseja. Aquí viene el segundo motivo por el que no arrasar con las pocas setas que hay. “Si en un otoño con pocas setas cogemos todas, el año que viene no tendremos nada”.

Zonas de hayedos, robledales y pinos de alta montaña en la zona más oriental de La Rioja, también prados para la seta de cardo, carrascales y encintares en la zona más oriental de la comunidad son los lugares más propicios para encontrarlas. “También en las riberas de los ríos donde siempre hay más zonas de sombra pueden ser lugares en los que buscarlas este año”.

Los consejos son cada año los mismos. “Evitar ir solo y si lo hacemos, que alguien sepa dónde estamos por si hay algún accidente, ir con el móvil con bien de batería y ayudarse de un bastón además de para rebuscar para ayudarnos en las pendientes más empinadas”, aconseja.

Y a la hora de hacernos con ejemplares, “estar muy seguros de lo que estamos cogiendo, los remedios antiguos como poner un ajo y que te tiña de negro no suelen funcionar y dan disgustos. Si vemos algo de lo que no estamos seguros hay dos opciones: coger un par de ejemplares y dárselo a un especialista para que nos cerciore que se puede comer o hacerle una foto y mandársela para que nos diga algo”, explica. En ambos casos es imprescindible coger el ejemplar completo: “Todas las partes de la seta nos dan información a la hora de identificarla”.

Un época especial en los bosques riojanos para la que Josué da consejos no sólo a los ‘seteros’ sino también a los vecinos de los municipios. “Da igual que haya coto o no, lo que hay que ser es responsable con la naturaleza pero no sólo los que van durante un par de meses al campo a por setas, también los vecinos de los municipios tienen que predicar con el ejemplo, que a veces se ven muchas burradas”.

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