Salud

Diagnóstico, tratamiento y solución: la salud visual pasa por Ámfer Ópticos

Allá por 1995, Pilar Fernández y Enrique Ambrona apostaron por darle un cambio al mundo de la optometría en Logroño, siguiendo los parámetros de Estados Unidos, Inglaterra o Canadá “que siempre han ido un paso por delante”. Enrique confiesa que quisieron olvidarse de esa filosofía de la clásica óptica donde solo te podías comprar gafas para crear un centro multidisciplinar con servicios optométricos adaptados a pacientes de todas las edades: Ámfer Ópticos (Avenida Club Deportivo, 56)

– ¿Cómo ha evolucionado su idea de negocio con el transcurrir de los tiempos?

– El mundo de la óptica y sus servicios en particular han cambiado mucho desde que abrimos las puertas hace casi 30 años. Fuimos pioneros en la adaptación de lentillas con topógrafo corneal, algo que hasta entonces no se hacía; adaptamos las primeras lentes de contacto de ortoqueratología, lentillas que se ponen por la noche, duermes con ellas y luego ves bien todo el día sin necesidad de llevar gafas ni otras lentillas. Empezamos a medir la tensión ocular con tonómetros de no contacto, muy cómodos para los pacientes y muy eficaces para detectar patologías como el glaucoma. A partir de 2012 empezamos a trabajar con centros de oftalmología mediante el telediagnóstico, algo que tras la pandemia se ha convertido en imprescindible para la detección precoz de patologías.

– ¿Cuáles son las patologías más frecuentes a día de hoy?

– Actualmente se está demandando mucho el control de miopía, sobre todo en niños. Se ha comprobado que con todo el tema de la tecnología, los móviles, las tablets y demás dispositivos, esta afección está aumentando a ritmos exponenciales. Lo que nos importa es que nuestros pacientes vean bien, por supuesto, pero, sobre todo, que la miopía se estabilice y no vaya a más. Esto es lo que pretendemos con todas las patologías: dar una solución global.

Además, a raíz de la pandemia, los pacientes buscan un diagnóstico y una solución lo más rápido posible, por ello es fundamental la tecnología con la que contamos. Fuimos el primer centro óptico en la Rioja en tener una OCT+ (tomografía de coherencia óptica con angiógrafo), un dispositivo que nos sirve para el estudio integral del ojo por capas y un medio fundamental para la adaptación de lentes de contacto en queratoconos, corneas irregulares y otras patologías que requieren como solución lentillas.

También fuimos pioneros en la campimetría de doble frecuencia, con el analizador de Zeiss y realizamos diariamente pruebas de campo visual. Porque no todas las patologías oculares dan síntomas. Por ejemplo, el glaucoma o tensión ocular, otro de los problemas más habituales en la gente más mayor, si no se controla con revisiones rutinarias puede derivar en una pérdida de visión irreversible. Lo mismo ocurre con los desprendimientos de retina.

– ¿Cuál es su método de trabajo?

– Lo primero que hacemos cuando un paciente o cliente llega con alguna anomalía es hacerle un estudio personalizado para saber a qué nos enfrentamos. Con los resultados en la mano, buscamos cuáles serían los mejores tratamientos y los más cómodos para que el paciente pueda seguirlos sin que le cueste gran esfuerzo. Si vemos que es algo que puede entrañar más riesgo se deriva al oftalmólogo para, entre los dos, conseguir que el paciente vuelva a su estado normal.

Con ayuda de los oftalmólogos, vamos haciendo revisiones periódicas según lo que el profesional nos demande. Lo principal es buscar una sinergia entre ambos, nosotros y el oftalmólogo, porque una buena relación y comunicación será fundamental para la salud visual del paciente. Eso sí, hay que concienciarse y educar a la población de que una vez al año, sobre todo si hay antecedentes familiares, hay que hacerse una revisión. De esta forma, además de corregir lo que ya hay, podemos adelantarnos a patologías futuras, sobre todo con los niños.

– La moda, ¿está reñida con la optometría?

– Para nada. La venta de gafas graduadas, de sol, lentillas… también es un factor muy importante en nuestro centro. Las lentes de contacto es lo que más crece dentro de la óptica, ya que cada vez los pacientes son más dinámicos, hacen más deporte y quieren tener una segunda solución además de las gafas. Actualizarse bien por estética o comodidad.

Aún así, creemos que la lentilla todavía es un sistema de corrección poco usado en España. Hoy disponemos de diseños para todos los defectos ópticos, miopía, astigmatismo, vista cansada y para todos los pacientes desde niños que las empiezan a usar por vez primera hasta para pacientes de edad avanzada que tienen ojo seco y otras patologías cuya solución mejora con lentes de contacto.

En cuanto a las gafas, siempre hemos apostado por ser una óptica moderna. Buscamos piezas diferentes, colecciones exclusivas de marcas nacionales e internacionales, como Gucci, Dior, Carolina Herrera, Gigi… tanto para hombre como para mujer.

– ¿Cómo afrontan el futuro de la óptica y optometría en La Rioja?

– Con optimismo. Cuando pones mucha pasión en lo que haces y confías, todo va rodado. En nuestra profesión los avances tecnológicos son continuos, por lo que vamos a poder solucionar problemas que hace unos años parecían irreversibles, por ejemplo el control de miopía en niños y adolescentes, cuyos datos se empiezan a considerar una pandemia. Se prevé que para el año 2050 el 60 por ciento de la población sea miope y todas las patologías que ello conlleva, mayor riesgo de glaucoma, desprendimiento de retina, cataratas, etc. Nuestra misión como profesionales sanitarios está en mejorar la salud visual de toda la población, en especial la de los más pequeños. Queremos un futuro brillante para ellos porque solamente tenemos dos ojos y toda una vida por delante para verla y disfrutarla.

Subir