A Logroño a pasar el día. A Logroño a la Universidad. A Logroño al trabajo. A Zaragoza a un concierto. A Miranda para coger un transbordo para luego ir a Salamanca… La estación de Calahorra es desde hace unas semanas un continuo ir y venir de viajeros. Personas que, de una forma u otra, se benefician de los bonos gratuitos que el Gobierno ha puesto a disposición para los usuarios de Media Distancia que en La Rioja se traduce en los trayectos Logroño – Zaragoza y Logroño – Miranda de Ebro.
Desde que el pasado 1 de septiembre entrara en vigor la medida, Renfe ha contabilizado más de 11.500 viajes con origen en estaciones de La Rioja, frente a los 6.400 que se registraron el año pasado. (un incremento de casi el 80 por ciento)
Las cifras de los usuarios de La Rioja que utilizan el abono gratuito para viajeros recurrentes suponen alrededor del 50 por ciento del total. Hasta hace unos días, Renfe había emitido 2.136 de estos abonos en la comunidad. El trayecto que más se utiliza es el de Calahorra a Logroño y viceversa. Son muchas las personas que han dejado aparcado el coche para optar por el ferrocarril tras esta medida.
Es el caso de Manuel, que vive en Calahorra y trabaja en Logroño. Desde el primer día que pudo se sacó su bono de media distancia. Tuvo que adelantar 20 euros de fianza y a partir de ese momento todos los viajes son gratis. “Una auténtica gozada porque me evito coger el coche cada día, el gasto en gasolina y luego el quebradero de cabeza de tener que aparcar”. Sus horarios de trabajo coinciden más o menos con los trenes que hay de una ciudad a otra. “En la vuelta tengo que esperar un poco, pero es un mal menor”, explica, destacando que son casi 300 euros al mes en gasolina lo que se ahorra.
Esther y Cipri tienen como destino Zaragoza. Su hijo y su familia viven allí y no se lo pensaron ni un momento. “Lo cogimos hace unas semanas y ya lo hemos utilizado un par de veces para ir a ver a los niños”, cuentan por teléfono este viernes, tras viajar otra vez a la capital maña. “Hemos salido pronto de Calahorra y ya estamos en Zaragoza. Nos evitamos coger el coche y es una maravilla”.
En esta ocasión, han cogido el viaje unos días antes. “Como son las fiestas del Pilar no nos queríamos arriesgar a quedarnos sin billete porque es cómodo y encima gratis”. Además, se acaban de enterar de que la posibilidad de usar el bono se ha ampliado al año que viene. “Lo seguiremos utilizando. Si además haces dieciséis viajes, te devuelven el dinero de la fianza”, explican.
Desde la estación calagurritana están encantados con la medida y con la afluencia de gente. “Se nota mucho desde que salió el tema de los abonos. Ya se empezaba a notar con el aumento del precio de la gasolina, pero esta estación que estaba casi muerta ahora tiene mucho ajetreo”, detalla una de las trabajadoras. “No es exclusivamente aquí. Los compañeros hablamos y está pasando en todas las estaciones. La gente, con este tipo de medidas, se lo piensa antes de coger el coche”.
“Se nota mucho en los regionales. Van y vienen muchos estudiantes. Eran casi cinco euros el billete de ida y otros cinco el de vuelta. Casi te salía al mismo precio que alquilar una habitación en Logroño. Ahora puedes vivir en casa y subir a estudiar a Logroño de forma gratuita”, comenta la madre de un estudiante, quien acaba de acompañar a su hijo a la estación. “Otros amigos lo cogen para ir y venir el fin de semana, así que también se ahorran un dinerillo”.
Y así, entre unos y otros, algunos trenes van y vienen casi completos. “Los puentes hay que estar más al loro porque es fácil quedarte sin billete”, explica otro pasajero que está a punto de coger el tren hacia Logroño. El convoy está a punto de llegar a una dársena en la que se mezclan con viajeros a otros destinos. Allí, por ejemplo, una chica inglesa que trabaja en Calahorra como auxiliar de conversación también está a punto de coger el tren. “Me voy este fin de semana a conocer Bilbao”, chapurrea con lo que ha aprendido en los pocos meses que lleva en España. Buen viaje.
