La concejala del Partido Popular, Patricia Lapeña, se ha despedido este jueves del Consistorio logroñés en su último pleno antes de abandonar la política “por motivos personales y profesionales”.
Visiblemente emocionada, hasta el punto de romper en lágrimas durante su intervención, Lapeña se ha confesado “más nerviosa que el primer día” y ha subrayado que su etapa como concejala le ha supuesto “una experiencia maravillosa”.
“Gracias a todas las personas que han hecho posible que esta vivencia haya sido extraordinaria: a todos los logroñeses con los que he tenido la oportunidad de tratar, a todas las organizaciones, empresas, colectivos y personas con las que he podido conocer la realidad de la ciudad”, ha afirmado, extendiendo su agradecimiento “a todos los técnicos y personal del Ayuntamiento; desde el principio han tenido muchísima paciencia y nos ayudan siempre que acudimos a ellos”.
En cuanto a sus compañeros en el salón de plenos, Patricia Lapeña ha destacado de los grupos de la oposición “el ejemplo de cómo desde la discrepancia ideológica se puede llegar a acuerdos; ese es el espíritu que todos deberíamos tener”.
Los momentos de mayor emoción se han producido al referirse al grupo municipal del PP, a cuyos integrantes define como “compañeros, amigos y familia”. “Sois un equipo genial; esto es el PP, somos un gran partido y gracias a todos por la paciencia. Ha sido una gozada”, ha relatado, subrayando el agradecimiento hacia Conrado Escobar “por confiar en mí”.
Lapeña no ha dejado de lado su lado “combativo” en su última intervención. Así, ha extendido su agradecimiento al equipo de Gobierno, “porque lo hacéis tan mal que no he tenido que hacer mucho para rebuscar cosas que sacar”. “Os deseo lo mejor en estos nueve meses que os quedan”, ha afirmado, deseando “volver a verle en política” al alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza.
