Lo que para muchos jóvenes era la cita más esperada del verano se ha convertido en una tragedia. El Festival Medusa, celebrado estos días en Cullera, se ha cancelado tras la muerte de un joven de 22 años y varios heridos después de que varias estructuras hayan caído por las fuertes rachas de viento.
Una cita a la que llegan de todos los puntos de España, también de La Rioja. Es el caso de la calagurritana Alba Calvo. La joven afortunadamente estaba en el momento de la tragedia en un escenario cerrado del festival, por lo que no se enteraron en un principio de la tormenta de arena y aire que se vivía fuera. “Apagaron la música y dijeron que se suspendían los conciertos”, cuenta.
En un inicio no entendían nada, pero conforme intentaban salir del recinto comenzaron a ver lo que había sucedido. “Había gente atrapada por hierros por todas partes”, recuerda. Alba estaba allí porque estudia en Valencia y había decidido ir con sus amigos de universidad. “Lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mi madre diciéndole que estábamos bien para que cuando se levantase y viese las noticias no se preocupara”, comenta. “Todavía estamos en shock de todo lo que hemos visto esta noche”, asegura.
Otro grupo de amigas de Logroño también había organizado sus vacaciones para disfrutar del Festival. Tras dos días de fiesta, anoche decidieron retirarse a las 3 de la mañana. “Hacía muchísimo calor. Salía fuego del suelo y como llevábamos ya dos días y nos quedaban otros tres por delante, decidimos ir a casa y descansar”, explica Sara.
Al llegar al apartamento que han alquilado justo al lado del recinto del festival comenzó a soplar el aire. “Dejamos las puertas abiertas para hacer corriente y en cuestión de segundos se levantó un viento brutal. Pusimos topes en las puertas pero no era suficiente. Estábamos asustadas del vendaval que hacía”.
Sara, Lara, Aiara y Eva se han enterado de lo ocurrido por las redes sociales y por las múltiples llamadas y mensajes que han recibido preguntando si estaban bien. “Nos ha sorprendido mucho lo que ha pasado porque los escenarios y estructuras son enormes y estaba todo muy bien montado y con mucha seguridad, pero está claro que catástrofes así no se pueden controlar”.
