En veinte de las 65 agresiones sexuales registradas en La Rioja a lo largo del año pasado la víctima se encontraba bajo un estado de sumisión o vulnerabilidad química. Así lo ha explicado este miércoles el director general de Justicia e Interior, Jorge Medel, tras la presentación de los avances implementados en los reconocimientos médico forenses en casos de violencia sexual. Si los datos los alargamos hasta 2010, son 82 casos de las 202 agresiones sexuales denunciadas en La Rioja.
Tanto en uno como en otro dato, la sustancia principal para llegar a la vulnerabilidad química ha sido el alcohol y en algunos de ellos hubo un consumo simultáneo de psicofármacos.
De todas formas, según el director general de Justicia e Interior, es preciso aclarar que dentro de estos datos se incluye tanto la sumisión como la vulnerabilidad, y es que en el primero de los casos la víctima no es consciente de haber tomado ningún tipo de sustancia que le haga ser vulnerable. En estos casos es el perpetrador el que aprovecha un descuido y le introduce cualquier tipo de sustancia en la bebida a la víctima. Por otro lado, los casos de vulnerabilidad son aquellos en los que en su actividad de ocio la víctima ha consumido alguna de estas sustancias y su estado es aprovechado para abusar de ella.
El estudio de Vulnerabilidad en Víctimas de Violencia Sexual en La Rioja del que se extraen las cifras sobre las agresiones sexuales desde 2008 a 2020 no hace discriminación entre esta dos situaciones porque es complicado saber saber cuándo ha sido el consumo voluntario o cuando no.
Además, también ha explicado que de momento en La Rioja no se ha dado ningún caso de ‘pinchazos’ y ha aportado datos nacionales para explicar que de los 138 registrados en el conjunto del país sólo en uno se le habían introducido sustancias a la víctima.
