La Rioja

Un verano de obras para un Logroño más moderno y accesible

Logroño afronta el verano a pico y pala. La ciudad aprovecha el estío para completar los proyectos que se desarrollan en los entornos con más trasiego durante el curso escolar y ultima la puesta en marcha de otros planes alineados con la transformación hacia una urbe con un espacio público más equilibrado entre el peatón y el tráfico rodado.

El Nudo de Vara de Rey, por su dimensión, es la intervención más destacada de cuantas se han desarrollado en la ciudad en las últimas décadas. Y su resultado final comienza a asomarse en el paisaje urbano de la capital. En el flanco oeste, se observa el espacio ganado para los peatones con el perimetrado de las futuras aceras, mientras la maquinaria sigue trabajando en la construcción del nuevo cruce semafórico.

En el otro extremo de los trabajos, la subestación eléctrica de Cascajos prácticamente ha desaparecido por completo, como paso previo a su soterramiento. Al mismo tiempo, los operarios ultiman los accesos a la nueva estación de autobuses y la ampliación de las aceras del ala sur de Pino y Amorena y Plaza Europa.

 

Otro de los grandes cambios en la forma de moverse por la ciudad está próximo a verse materializado, con la conclusión de las obras en el tramo de República Argentina comprendido entre Gran Vía y Pérez Galdós.  Aceras mucho más amplias, plataforma única, una plaza en Pilar Salarrullana, un nuevo paso peatonal y nuevo mobiliario urbano y arbolado reconfiguran por completo la calle, en la que el peatón se alza como el gran protagonista.

También en marcha se encuentra la reconfiguración de la calle Murrieta desde Duques de Nájera hacia el centro. Ya se ha cambiado el sentido de circulación en la calle Vitoria, al tiempo que las paradas de autobús de ‘La Bene’ se han adaptado para dejar más espacio a los peatones y a los ciclistas, que ya pueden ver el trazado del carril destinado a las bicicletas frente al Palacio de Justicia. También está terminado el paso peatonal junto a este enclave.

En el entorno de Cien Tiendas también han comenzado los trabajos de reordenación del espacio público. El proyecto, financiado con los fondos europeos, tiene un plazo de ejecución de seis meses, se realizará por tramos, permitirá trabajar a la hostelería con las terrazas y los cortes al tráfico se acometerán de forma puntual.

El objetivo del proyecto es impulsar la competitividad y la modernización del sector comercial minorista de la ciudad, referente en el norte de España por su oferta comercial consolidada y de calidad muy vinculada al turismo.

En ‘capilla’

Además de los citados proyectos, otra media docena se encuentran en las semanas previas al inicio de las obras. Algunos de los trabajos son tan esperados como los que se desarrollarán en La Villanueva, cuya transformación se iniciará por las calles Los Yerros y Hospital Viejo.

Los enclaves más señeros de la ciudad también se adaptan a los nuevos tiempos y, en este sentido, el Ayuntamiento ya ha adjudicado los trabajos de rehabilitación de la Plaza de Abastos. Su transformación implica la reforma integral de su planta sótano y la habilitación de espacios compartimentados en la primera planta para usos no alimentarios, como oficinas en régimen de alquiler.

En aras de fomentar una movilidad más sostenible, el eje ciclista de Logroño avanzará en breve hacia su segundo tramo, que conectará El Espolón con El Cubo para dar continuidad al ya concluido entre Los Lirios y Duquesa de la Victoria. El proyecto implica la reconfiguración del sentido de varias vías y de la ubicación de las paradas de taxi en El Espolón y la fuente de Murrieta.

En la misma línea de ganar espacio para el peatón, la calle Sagasta recuperará su carácter urbano con aceras más amplias y una plataforma única de prioridad peatonal. El proyecto se completa con una nueva red de sumideros, se incluye la canalización del cableado que cruza de forma aérea en las intersecciones y se dejará una canalización de propiedad municipal en previsión de que en el futuro se puedan también eliminar los tramos aéreos en fachadas.

Tambiñen se encuentra en fase de adjudicación la consolidación con obra civil de las actuaciones mediante ‘urbanismo táctico’ en al calle Fundición, cuyo proyecto contempla una plataforma única con un pasillo central para el tráfico rodado, así como la instalación de una fuente y una zona para juegos infantiles.

Más profunda -al afectar a varias calles- será la consolidación de las intervenciones llevadas a cabo durante la pandemia en el barrio de Madre de Dios, que culminará la configuración de una de las «supermanzanas» incluidas en el Plan de Movilidad Sostenible de Logroño.

El objetivo es convertir el interior de las calles en vías de carácter más residencial, reducir su intensidad de tráfico motorizado y poder realizar una redistribución del espacio público para conseguir un entorno de encuentro y convivencia vecinal.

Entre ellas, la amplicación de calles en la calle Vara de Rey, junto al colegio Agustinas, y la creación de un nuevo paso peatonal junto al pasaje con la calle San Antón para unir los entornos comerciales.

A corto plazo, el Ayuntamiento de Logroño inicia el próximo 25 de julio unas obras para la reparación de las arquetas del Puente de Piedra solicitadas por el vecindario. Debido a estos trabajos, el puente permanecerá cerrado al tráfico rodado durante una semana.

Por último, entre las intervenciones urbanísticas a las que el Ayuntamiento ha dado luz verde se encuentra el soterramiento de la línea eléctrica aérea de media tensión existente sobre el Parque Juan Gispert, así como a la retirada de los apoyos metálicos desde la calle Daroca de Rioja hasta la calle Nestares. Se cumplirá así con una reivindicación histórica manifestada por el vecindario del barrio.

Son, en definitiva, trece intervenciones reivindicadas durante largo tiempo por los vecinos y que redundarán en la reconfiguración de la ciudad para que el espacio público se reparta entre los vecinos de un modo más equilibrado y sostenible con el medio ambiente.

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