Sergio Jiménez Foronda
La ola de calor que vive La Rioja estos días ha hecho que los termómetros se disparen hasta superar los 40 grados. Esto hace de la calle un espacio a evitar, con la excepción de quienes trabajan en ella. Por ejemplo, los que lo hacen en la construcción. Estos han confesado este lunes a Efe que es “complicado” trabajar así.
Esta es la expresión utilizada por un encargado en la obra del Instituto de Educación Secundaria (IES) Sagasta de Logroño, Darwin Alberto, quien ha afirmado que “lo pasamos bastante mal”, y es que, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la capital riojana registrará este lunes una máxima de 41 grados.
Sin llegar a esta temperatura, el calor se ha notado en las calles logroñesas desde primera hora de la mañana, algo que los trabajadores de esta obra combaten “yendo a comprar agua a cada momentito para echárnosla por la cabeza, y refrescándonos lo que podemos”, ha indicado.
“Muchas veces nos toca parar un poco y tomarlo con calma para no tener problemas. Alguno se nos ha mareado y nos ha tocado darle agua y sentarlo, pero, de momento, lo llevamos lo mejor que se puede”, ha asegurado.
El lugar y la hora de trabajo son claves en la difícil misión de evitar, dentro de lo posible, pasar mucho calor y los trabajadores los saben, por lo que, aunque en la obra del IES Sagasta mantienen su horario, “de momento”, Darwin Alberto ha señalado que, cuando han tenido que trabajar en la segunda planta, ha sido “muy complicado”.
“Ahora mismo estamos en la planta de abajo y (el calor) se nota algo menos, pero se sigue notando. Terminas muy agotado y por la noche no puedes descansar porque no puedes dormir con este calor”, ha subrayado.
Cerca de la obra del IES Sagasta, en la plaza de San Bartolomé, se desarrolla una actuación de renovación del suelo en un espacio “perdonado” por el sol “hasta las 14:00 horas, cuando empieza a dar muy fuerte”, ha explicado a Efe José Antonio Sáenz, uno de los trabajadores en esta obra.
Ha explicado que tanto él como sus compañeros de faena tratan de lidiar con esta ola de calor “bebiendo mucha agua y mojando el pelo y el cuello, de lo contrario, no hay manera de aguantarlo”. “Recuerdo ver veranos duros y ha habido años más flojos, pero, como este, hacía años que no recordaba. La verdad, se va notando que cuesta más aguantar el calor”, ha remarcado.
¿La fórmula para poder trabajar con 40 grados?, para este trabajador es muy similar a la de sus compañeros del Sagasta: “agua muy fría y mojarte”; así como, a ratos, ponerse a cubierto y volver a salir a la calle porque “el trabajo hay que sacarlo para adelante y cuanto antes, mejor”.
Más lejos de este punto, pero aún en el centro de Logroño, también hay obras en la calle Doctores Castroviejo, en una zona en la que, desde bien pronto, ha estado bañada por el sol, lo que es “insoportable, no hay quien aguante”, ha indicado a Efe el peón Oliver Clavijo, quien ha señalado que él y sus compañeros buscan colocarse “a la sombra donde se puede”.
“Hay que aguantar y si calienta mucho, yo paro”, ya que este mismo verano, aunque en una actuación diferente, este trabajador sufrió un golpe de calor y tuvo que dejar su puesto para ir a casa, ha señalado.
Clavijo ha asegurado que, con un termómetro que se prevé en torno a los 40 grados de máxima durante los próximos días, “este verano se está pasando siete pueblo. A ver si cambia ya el tiempo de una vez porque, si no, ¿quién va a trabajar así al sol?”.
Reforzar la Inspección de Trabajo
La Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT La Rioja ha pedido este lunes a las empresas que cumplan con la ley de prevención de riesgos laborales y adapten los horarios estableciendo pausas durante las horas en las que las temperaturas sean más elevadas. Asimismo, insta a que se refuerce la Inspección de Trabajo para controlar de manera eficaz el cumplimiento de la normativa.
Inmersos en la segunda ola de calor de este año, UGT advierte de que estas olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y largas debido a los efectos del cambio climático. Por eso, insta a las empresas a ser previsoras y establecer medidas para proteger la salud laboral.
