La Rioja

Al sol y sobre el asfalto: hacer frente a la ola de calor por un salario

Los trabajadores de Logroño se refugian en la sombra para combatir las temperaturas

Un operario del Ayuntamiento de Logroño baldea las calles de la ciudad

Un calor amenazante se ha posado sobre la región, y el país en general, para alterar los horarios de los ciudadanos y evitar cualquier actividad y recados en las horas centrales del día. La Aemet mantiene la alerta naranja hasta el jueves con hasta 40 grados de máxima y la mejor compañía para pasar estas jornadas es una piscina o el aire acondicionado.

Pero no todos tienen la misma suerte. Quienes no cambian su rutina son los trabajadores de la ciudad que recorren el asfalto cada día, haga calor o llueva. Son quienes mantienen un orden y limpieza en las calles. Pero estos días de sofoco, la jornada laboral se hace más dura de lo normal.

Carlos Andrés está baldeando las baldosas de la calle Padre Claret de Logroño y apenas son las 10:00 horas, pero el sol ya invita a refugiarse en la sombra. Lleva recorriendose esta zona de la ciudad desde las seis de la mañana que ha comenzado su turno. “A medio día ya se empieza a notar cómo molesta el sol y se hace más pesado, pero es cierto que en las jornadas más calurosas nos ponen a hacer otras tareas que no sena tanto de exterior”, explica antes de volver a encender la manguera. Hasta las 13:30 no acaba su turno.

Algo parecido trasladan los cientos de obreros que estos días ocupan las calles de Logroño en alguna de las numerosas obras en las que se encuentra sumida la ciudad. Hamed está en la glorieta del Doctor Zubía con una perforadora de hormigón, pero reconoce que ya está de sobra acostumbrado a trabajar con el sol sobre sus hombros tras casi tres décadas en la obra: “Se soporta mal porque en la sombra también hace calor, pero es lo que toca. Aquí estamos desde las 8:00 hasta 17:00 horas con una hora de descanso entre medias para comer”.

Sobre ruedas se desplaza Oussama. Este repartidor autónomo no se ajusta a ningún horario fijo, por lo que puede organizarse para no tener que coger la bicileta en las horas más sofocantes de la jornada. “Tampoco me traslado a localidades limítrofes de Logroño por ser mayor trayecto. Al final hay que valorar y siempre podemos cancelar un viaje”, apunta el joven mientras revisa su teléfono por si ha entrado un nuevo aviso de pedido.

Operarios del Ayuntamiento de Logroño como barrenderos o también contorladores O.R.A. son otros de los trabajadores que acuden a su puesto de trabajo a pesar de las alertas por altas temperaturas. A la intemperie, con gorra y con una buena hidratación para que la jornada sea lo más llevadera posible.

Subir