Algunos especialistas hablan de la séptima ola de la pandemia. Otros, que ya es la octava, que se ha solapado con la séptima. Incluso hay especialistas que empiezan a hablar del ‘COVID-22’, teniendo en cuenta que los sublinajes son genéticamente divergentes a los iniciales. De uno u otro modo, la realidad es que La Rioja vuelve a ser la comunidad más afectada por la pandemia en esta nueva fase de la crisis sanitaria.
Con una incidencia a catorce días de más de 1.900 casos por cada cien mil habitantes entre los mayores de 60 años (desde el 1 de abril sobre se ofrece el dato de IA de los más vulnerables), la comunidad vuelve a estar en la cima de contagios del conjunto del país, muy por encima de los más de 1.600 casos que registra la Comunidad de Madrid, segunda en el escalafón.
Durante los últimos cuatro días, La Rioja ha certificado 718 nuevos casos, de los que 505 son de personas mayores de 60 años. Cabe recordar que, a efectos oficiales, tan solo se contabilizan los positivos en casos de gravedad o remitidos por diferentes motivos al sistema sanitario, por lo que la incidencia ‘real’ del virus se presume muy por encima de esos 1.900 casos en La Rioja.
El sistema sanitario, en guardia
Ante este nuevo panorama, el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, José Ignacio Aguado, advierte que “nos tenemos que ir acostumbrando a estas fluctuaciones porque las va a seguir habiendo; lo importante es seguir estando atentos a los indicadores para determinar si hay que tomar algún tipo de medida, que ya tenemos encima de la mesa”.
Control de Enfermería del Hospital San Pedro. | Foto: Leire Díez
En cualquier caso, Aguado explica que las posibles restricciones ya no se aplicarán al conjunto de la población: “Lo que nos ha enseñado la pandemia es que tenemos que estar preparados para cuando lleguen situaciones como estas, que el sistema esté preparado, y entre las medidas, en el momento en el que nos encontramos, está recomendar la protección de los más vulnerables, que es la premisa máxima; además de tener más precaución en lugares donde haya mucha gente, especialmente los que están cerrados o con mala ventilación”.
Por el momento, la situación en los hospitales poco o nada tiene que ver con la de olas anteriores, si bien los indicadores han empeorado notablemente en la última semana: el martes de la pasada semana había 39 riojanos ingresados por COVID (tres de ellos, en la UCI) y actualmente esa cifra se eleva hasta los 60 ingresos en planta y cinco en la Unidad de Críticos.
Planta COVID en el Hospital San Pedro | Foto: Leire Díez
La evolución epidemiológica comenzó a desbocarse en La Rioja hace un par de semanas: “Hasta entonces, todos los indicadores marcaban tendencias descendentes, pero de dos semanas a ahora se han modificado esos indicadores y estamos en tendencia ascendente”, tal y como está pasando en el resto de España y como pasó ya el verano pasado, “pero de momento no se puede comparar la situación a la de otras olas”.
Los registros oficiales actuales sólo determinan las incidencias de mayores de 60 años, pero “ya conocemos el virus y con esos datos podemos saber, más o menos, cómo es la incidencia en el resto de la población”. Y es que ahora mismo las tendencias son las que van marcando esos picos. “Esto ya no es como al principio”, explica Aguado, quien señala que “estamos viendo cómo los casos fluctúan dependiendo de eventos en unas y otras poblaciones, como ya pasó el verano pasado”.
Un escenario “distinto”
“Entiendo la tendencia a hablar de olas, pero la situación pandémica es distinta, marcada fundamentalmente por cómo incide el virus y por la vacunación. En lo que hay que centrarse, dependiendo de esos picos que se van a ir dando, es en la protección de los más vulnerables”, subraya el máximo responsable de la gestión de la pandemia en la comunidad.
En la parte positiva, “la gente se sigue vacunando y eso es muy bueno”. Ahora ha habido un repunte de vacunaciones “por dos motivos fundamentales: uno, que la gente quiere protegerse de cara a las vacaciones, y otro, que justo hace seis meses de la sexta ola, en la que en La Rioja hubo un pico muy importante de casos, y la gente se está poniendo esa dosis de recuerdo”, explica.
