Día grande de San Bernabé en Logroño. El alcalde Pablo Hermoso de Mendoza ha realizado este sábado los tradicionales banderazos de las fiestas de la capital riojana, los primeros para el primer edil después de dos años suspendidos por la pandemia. Tras la misa en la Concatedral de La Redonda, procesión por el centro de la ciudad y tres icónicas paradas.
Primer banderazo, bajo el Arco de San Bernabé en la calle Portales, en homenaje a los fallecidos a causa del COVID-19. “Quería dar el primer banderazo en recuerdo y memoria de todos los que ya no están. De los ausentes. De aquellos que la pandemia nos arrebató. Por ellos, por su memoria, y para sus familiares y amigos, que en algunos casos no pudieron despedirse como debían”.
El segundo banderazo, en la esquina de Cuatro Cantones, para todos los trabajadores que estuvieron en primera línea de fuego contra la pandemia. En la confluencia de las calles Mercaderes y Marqués de San Nicolás, Hermoso de Mendoza ha dedicado su banderazo a médicos, enfermeras, personal sanitario, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, policías locales, bomberos, Protección Civil, servicios sociales.
“Por todos aquellos que hicieron de Logroño lo que es. Una ciudad solidaria y hospitalaria cuando más se le necesita”, ha señalado, enviando un recadito a varios agentes de la Policía Local que querían reventar la celebración para pedir un aumento salarial. “Después de quinientos años en los que agradecimos a San Bernabé su ayuda para vencer a los franceses, después de dos años duros, también tenemos mucho que agradecer. Agradecer a aquellos que saben conjugar la primera persona del plural, el nosotros. Que antes de pensar en qué hay de lo mío, piensan en qué hay de lo de todos”.
Por último, bajo la puerta del Revellín, el tercer banderazo ha ido dedicado a los jóvenes. “Para nuestros hijos e hijas. Ellos, que estudian en Secundaria, en Bachillerato, en FP o en la universidad, que trabajan. Aquí y fuera. A ellos, que fueron solidarios durante la pandemia con sus mascarillas, sus recreos recortados, sus clases con ventanas abiertas y anoraks”.
“Acompañados por San Bernabé y la Vigen de la Esperanza, un banderazo para que hagan de Logroño un Logroño mejor, para que conserven nuestras tradiciones y sepan de dónde venimos. Por ellos, presente y futuro”, ha concluido.
