La Rioja

Un año de ‘Ciudad 30’ en Logroño: “Los conductores han asimilado la norma”

Hace justo un año, el 11 de mayo de 2021, los conductores españoles levantaron el pie del acelerador. Fue hace justo 365 días cuando entró en vigor la regorma legal que limitaba a 30 kilómetros por hora la velocidad máxima en las vías urbanas con un único carril por sentido.

Los conductores perdían 20 kilómetros por hora de velocidad, pero los peatones ganaron en tranquilidad, pues uno de las principales motivaciones de la medida -alineada con los objetivos europeos de la Agenda 2030- era reducir el número de accidentes en los trayectos urbanos y, sobre todo, minimizar su gravedad, pues a mayor velocidad se dispara el riesgo de que un atropello adquiera consecuencias fatales.

Un año después, la sensación predominante entre los responsables municipales de Logroño es de satisfacción. Pese a que el cambio normativo era signifativo -suponía reducir la velocidad máxima permitida por ciudad a prácticamente la mitad-, “la Policía Local llevó a cabo campañas de control de velocidad semanas antes de la entrada en vigor de la nueva normativa que sirvieron para que los conductores fueran conscientes del nuevo paradigma de circulación”.

Menos accidentes y menos atropellos

La gran pregunta que se formulan conductores y peatones pivota sobre cómo ha funcionado esta medida. Y aunque será en el largo plazo cuando se aprecie el punto de inflexión de la ‘Ciudad 30’, los registros del pasado ejercicio ya reflejan un descenso en el número de accidentes y atropellos respecto a 2019 (conviene sacar 2020 de la ecuación, dadas las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia).

La última Memoria de Atestados refleja que en 2021 (año en el que la ‘Ciudad 30’ estuvo vigente solo de mayo a diciembre) el número de accidentes en las calles de Logroño (1.118) ya fue inferior a los de 2019 (1.438) y lo mismo sucede con los atropellos: 78 en 2021 por los 111 de 2019 (una reducción del 28 por ciento).

“La percepción subjetiva de la Policía Local es que la velocidad ha bajado en la ciudad y que ahora los conductores son conscientes de la nueva normativa; la han asimilado como lógica”, explican fuentes municipales a NueveCuatroUno, que insisten en la idea de que “un solo atropello en las calles ya es una cifra inaceptable”.

 

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