Después de dos años en los que el mundo de las BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones) vivió cancelaciones, recortes en número de invitados y retrasos, las bodas en balcones se han acabado. Las primeras cifras de este 2022 consolidan un repunte importante que es bien acogido no sólo por el sector de la restauración sino también por muchos otros ligados a este tipo de eventos como fotógrafos, floristerías, empresas de eventos, agencias de viajes… Se casan, lo hace más gente y lo celebran.
Las reservas ya están prácticamente finiquitadas e incluso algunos novios empiezan a tener problemas para encontrar determinadas fechas. Los números indican, sin lugar a dudas, cifras superiores a las de años anteriores a la pandemia. Los que pospusieron la fecha en los dos años previos ya la tenían marcada y los nuevos novios han tenido que amoldarse a las fechas que iban quedando libres.
“Tenemos las que estaban previstas para los dos años anteriores y que decidieron esperar, las parejas que tenían decidido casarse este año y algunos que han adelantado la fecha del año que viene por lo que pueda pasar”, cuentan desde JPEG Estudio, donde aseguran que cada vez son más comunes que se celebren en viernes y domingos.
Los meses de junio, julio y septiembre siguen siendo los más elegidos por los novios, pero este año las cosas están empezando a cambiar e “incluso hay parejas que están apostando por meses anteriores, porque ya tenemos bodas en mayo, y por meses posteriores, aprovechando hasta bien entrado octubre” y sacando tajada del buen tiempo del otoño en La Rioja.
Y si los meses están claros, el importante número de eventos está haciendo que los sábados ya no sean un día exclusivo para celebrar este tipo de eventos. Los viernes ya empiezan a tener importancia y los domingos también están empezando a coger fuerza este año.
Verónique, de La arboleda del Sur de Echaurren, también ha notado el incremento de celebraciones. “El año pasado ya se reactivó bastante, pero este año estamos por encima de las cifras previas a la pandemia”, asegura. Y es que las ganas de celebrar lo están llenando todo. “La gente tiene ganas de celebrar muchas cosas y no se nota solo en las bodas, también en las comuniones, en los bautizos, en los cumpleaños, incluso en las comidas de empresa que se habían paralizado y han vuelto”.
Las floristerías también lo están notando en los últimos meses. Elena de Herga, en Calahorra, también ha notado el incremento de trabajo. “Es verdad que los eventos no se paralizaron del todo y que el año pasado ya se notó un repunte pero este año aún es más notable”, explica. “Durante estos dos años las celebraciones han sido más escuetas pero en 2022 ya estamos viendo celebraciones con mucha más gente”.
También nota que las parejas andan ajustadas de fechas. “Antes, especialmente las bodas se centraban en dos o tres meses pero ya se empezaba a notar antes de la pandemia una ampliación de esos meses, pero este año hemos tenido bodas desde enero y no vamos a parar hasta finales de octubre”.
Quizás uno de los sectores que más ha notado el incremento ha sido el de las agencias de viajes. Después de estar un año casi parado por completo y otro con muchas restricciones para viajar, el mundo ahora vuelve a abrirse para recibir a los novios riojanos. “El año pasado ya había alguna boda, pero los destinos turísticos estaban muy limitados: hubo viajes a Grecia, destino que fue muy demandado porque no ponía muchas pegas para viajar, o Costa Rica, un país en el que pasaba lo mismo”, explica Nuria Ruiz, de EuroRioja.
Este año las cosas ya han cambiado y destinos como Tailandia, África, Estados Unidos o Canadá vuelven a ser algunos de los prioritarios entre los novios riojanos. Peluquerías, tiendas de trajes de novios e invitados, joyerías… Todos están notando, después de la pequeña desescalada que se vivió en 2021, que 2022 va a ser el año del ‘Sí, quiero’.
