La familia de Álex –el niño de 9 años asesinado el pasado 28 de octubre en Lardero– ha solicitado a la jueza que instruye la causa que recopile todas las comunicaciones que, presuntamente, remitieron los vecinos a la Guardia Civil y la Policía Local alertando del comportamiento sospechoso de Francisco Javier Almeida, presunto asesino del menor.
Así lo ha confirmado esta semana la letrada Alicia Redondo -que representa a los familiares del pequeño- a la periodista Gema Peñalosa (El Mundo), a fin de averiguar la consistencia de las afirmaciones de los vecinos y, en último término, si se pasó por alto la presencia de Almeida en el barrio de Entrerríos, donde se había instalado poco antes de la muerto de Álex, tras cumplir condena por el asesinato de una mujer en 1998 (el conocido como ‘crimen de la inmobiliaria’) y haber abusado de una menor en 1993.
Foto: Javier Belver (EFE)
La información de El Mundo apunta que las diligencias solicitadas por la familia del menor asesinado abarcan desde las comprobaciones telefónicas en el retén de la Policía Local de Lardero y en la Comandancia de la Guardia Civil, hasta la presentación de posibles denuncias, así como las gestiones realizadas por ambos cuerpos tras las presuntas llamadas vecinales.
Foto: Javier Belver (EFE)
Cabe recordar que el Instituto Armado admitió haber recibido tres días antes del asesinato una denuncia en la que se alertaba de la actitud temeraria en que se dirigió un hombre a una niña de 11 años en el mismo parque en el que Almeida convenció a Álex para que le acompañase a su vivienda, donde perpetró el crimen.
Foto: Javier Belver (EFE)
En cambio, la descripción física del presunto pederasta a los agentes no coincidía con los rasgos de Almeida, así como tampoco con su complexión física. Pese a ello, la Guardia Civil realizó sin éxito labores de vigilancia (con agentes uniformados y de incógnito) durante tres días consecutivos, tanto en el parque infantil como en el colegio cercano al mismo.
