Rincón de Soto se levanta bien temprano cada 25 de abril para celebrar una de las ferias de ganado equino más tradicionales del norte de España. Este año, si cabe, la jornada aún era más especial para los rinconeros después de dos años sin poder celebrarlas. Así, mayores y pequeños han pasado toda la mañana en el ferial en el que han podido disfrutar de diferentes actividades. Paseos en carros tirados por caballos, exhibición de herrajes, concursos de manejo de animales…
Muchos no esperaban que, después de dos años de parón obligado, la feria volviese a tener el color de otras ocasiones. Sin embargo, para alegría de todos, los augurios no se han cumplido y el ferial se ha llenado de ganado y de gente. “Estamos todo Rincón de Soto y los que vienen de fuera”, ha comentado uno de los vecinos, encantado porque la feria vuelva a tener su afluencia habitual.
Pequeños vestidos de camperos y muchas niñas vestidas de flamencas con impresionantes trajes de faralaes. Todos han disfrutado de ver de cerca burros, ponis y caballos y vivir, algunos por primera vez, la tradicional jornada rinconera. “Incluso ha habido tratos de los de antaño, con apretón de manos incluido”, ha advertido otro vecino, pendiente de lo que se ha ido comerciando a lo largo de la mañana.
Y si el ferial, en sí mismo, era un continuo ir y venir de curiosos, más lo eran las calles adyacentes llenas de puestos de gastronomía, artesanía y ropa. Además, como cada año, los integrantes del River Ebro han preparado bocatas de lomo y chorizo que han dejado a todos un buen sabor de boca.
