La Rioja

Las empresas riojanas de automoción, ante la “tormenta perfecta”

Eduardo Palacios.-

Las empresas riojanas de componentes para automoción, que emplean de forma directa unas 3.000 personas, asisten con inquietud a una “tormenta perfecta”, en la que la guerra de Ucrania es el último factor de incertidumbre sobre el futuro.

Así lo ha reconocido a Efe el secretario general del Cluster de Automoción de La Rioja, Daniel Rueda, quien asegura que, hasta el momento, apenas ha habido efectos negativos para estas industrias, pero, en la actualidad, “prácticamente se trabaja al día” en el sector, lo que genera una gran incertidumbre.

Las empresas riojanas de componentes de automoción tienen como clientes a los principales fabricantes de coches, especialmente en España, en cuyas plantas empieza a tener consecuencias la guerra de Ucrania, que se ha unido a la escasez de microchisps y de otros materiales y al incremento de precios de la energía. Una “tormenta perfecta” que puede tener consecuencias negativas si los fabricantes empiezan a parar su producción, incide Rueda.

“Lo cierto es que hoy mismo hay menos afecciones en España, aunque ya hay parones en otros países, pero en este sector se toman decisiones día a día y tiene muchos frentes abiertos”, insiste, al mismo tiempo que reconoce que “ya no están al total de su capacidad de producción”.

Ha recordado que Ucrania es el principal fabricante europeo de cableado para automoción “y ahora la salida de material está prácticamente parada”, lo mismo que la producción en ese país del gas neón, necesario para el funcionamiento de los microchips. Además, Rusia, afectada por las sanciones económicas en sus relaciones comerciales, es el principal productor mundial de paladio, un metal que se emplea en los catalizadores.

También es uno de los principales exportadores de caucho que se emplea en las ruedas y en otros materiales de los coches. Y, por el precio de la energía, se ha resentido la producción de acero, lo mismo que la de vidrio. Junto a ello, “en estos días, también tenemos dificultades con la logística por carretera por la huelga de transportistas”, ha relatado.

Se trata, ha añadido, de un sector que “es especialmente sensible a cualquier problema porque está estructurado como una cadena de valor, en la que todo el sistema depende de un eslabón”. Por ejemplo, si no se pueden fabricar ruedas por falta de caucho, “no se puede terminar el coche” o “si no hay cables para las piezas que se hacen en La Rioja, también hay que parar el resto”, ya que, ha subrayado, fabricar un vehículo está organizado como fichas de un dominó, en la que cae una y arrastra a las siguientes.

Con todo ello, “lo cierto es que ahora mismo hay más incertidumbre que en los dos años anteriores”, pese a la pandemia de la covid-19 y a que “el crecimiento fue más bajo del esperado en 2021”.

“Aunque ahora mismo no hay consecuencias en cuanto a paros, no me sorprendería que ocurriera próximamente”, en especial si las plantas de fabricación de coches reducen el ritmo de producción, como ya se han planteado algunas, reconoce. “La situación es muy compleja y hay muchos frentes abiertos que pueden afectar a la cadena de suministro” de materiales, insiste.

No obstante, asegura que las empresas riojanas de este sector “han hecho bastantes cosas bien” en los últimos años, como adaptarse a una situación en la que deben flexibilizar la producción en algunos momentos y, “sobre todo, diversificar su cartera de clientes”, con lo que “no dependen, en general, de lo que haga un solo fabricante”.

Sin embargo, también es cierto que “trabajan sin muchas previsiones a largo plazo”, con la inquietud que eso genera en esta situación en un sector que aporta alrededor del 7 por ciento del PIB de la comunidad y factura más de 500 millones de euros al año.

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