La Rioja

La ‘Semana Blanca’ aviva el gran problema de la conciliación familiar

“¿Qué hacemos con los niños?”. Esa es la gran pregunta que las familias riojanas llevan días haciéndose para afrontar con ciertas garantías el carrusel de jornadas no lectivas de las que disfrutarán sus hijos a partir entre el miércoles y el martes de la próxima semana, con motivo de la ‘Semana Blanca’ o ‘Semana de Invierno’.

El nuevo modelo de calendario escolar adelanta un problema que hasta entonces se daba en tres días de Semana Santa -de Jueves Santo a Lunes de Pascua- y las familias se las ingenian para que los pequeños disfruten de sus vacaciones sin que eso interfiera en sus obligaciones laborales. Una cuestión que tiene fácil solución si están a mano los socorridos abuelos, pero no todos los hogares disfrutan de ese privilegio y toca recurrir a otras vías.

Las más habituales son las plazas especiales en campamentos y ludotecas. En el caso de Logroño, el Ayuntamiento ha ofertado casi 750 plazas para niños de entre 5 y 11 años en las ludotecas, a las que hay que sumar las programadas en los campus ‘Mini Héroes’ de Logroño Deporte. Y, como era de esperar, todas las plazas han sido adjudicadas.

“No tenemos armas para conciliar”

La auténtica yincana para dejar a sus hijos en buenas manos la afrontan madres como María Domínguez, al frente de una familia monoparental, con padres dependientes y sin familiares ‘libres’ para hacerse cargo del cuidado de su hija, de 6 años.

En su caso, no le ha quedado más remedio que recurrir a la ludoteca del colegio para no tener que ‘quemar’ días de vacaciones en la ‘Semana Blanca’, en Semana Santa y el 2 de mayo, que también es festivo este curso. “Me ha costado unos 120 euros, pero no todo el mundo puede gastarse ese dinero”, explica, detallando que así ha solucionado el problema parcialmente.

Porque “la ludoteca abre hasta las 15:15 horas y mi turno trabaja a las seis de la tarde; tengo la suerte de que una amiga se ha ofrecido para cuidar de mi hija en ese tramo, pero de nuevo tienes que ir tirando de conocidos o de mis días de vacaciones”. “De alguna manera siempre encuentras el modo de que la niña no se quede sola, pero al final nuestras vacaciones nunca son para disfrutar, sino para cuidar de los hijos y la conciliación sigue siendo la asignatura pendiente”, añade.

María se pregunta “ahora que viene el 8M, ¿cuántas madres no trabajan para hacerse cargo de sus hijos o tienen jornada reducida?”. Informática de profesión, afirma que “no todo el mundo puede permitirse una reducción de jornada, bien por su situación económica, bien por su responsabilidad en el trabajo, ya que mis cargo exige disponibilidad casi las 24 horas del día”.

De hecho, relaciona directamente el envejecimiento de la población con las lagunas que siguen existiendo en el ámbito de la conciliación laboral: “A mí me hubiera gustado tener un segundo hijo, pero es inviable porque no habría sido capaz de conciliarlo con mi trabajo. Parece que se carga a las familias el peso de la baja natalidad, cuando en realidad no hay armas para conciliar”.

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