La Rioja

Los efectos de la guerra en el vino de Rioja: 12 millones de euros en juego

El sector vitivinícola encadena una serie de baches a lo largo del último lustro que han deteriorado su desarrollo económico. Primero fue la intención de los británicos por salirse de la Unión Europea, después llegaron los aranceles estadounidenses y con la entrada en una nueva década, una pandemia hizo temblar todos los mercados. Pero cuando parecía que las aguas volvían a su curso habitual y la nueva normalidad estaba más cerca, los tanques rusos cruzaron fronteras.

Los efectos de esta guerra provocada por Putin también han llegado al vino de Rioja y es que, aunque Rusia no sea uno de los principales países importadores, en 2021 recibió de esta denominación 3’8 millones de litros (el 3,6 por ciento de los 106 millones totales) por un valor de 12,1 millones de euros (el precio medio por litro se coloca en los 3,36 euros). Esto lo sitúa en el octavo puesto de países a los que exporta Rioja de un total de 120 países, mientras que Ucrania apenas se lleva 290.000 de litros.

Bajo el paraguas nacional, el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) ratifica ese desgaste económico que provoca la invasión rusa en el país europeo vecino. En concreto, el sector del vino a nivel estatal se juega 40,4 millones de euros en exportaciones a Rusia y Ucrania. Durante el ejercicio de 2021, se exportaron 24,2 millones de euros a Rusia entre vinos, mostos de uva y zumos, mientras que el mercado ucraniano aportó 16,2 millones de euros.

Con la incertidumbre que genera cualquier conflicto armado, muchas bodegas de Rioja aguardan a nuevas buenas que permitan dar salida a esos palets cargados de botellas que esperan en sus almacenes a embarcar con destino Rusia, que en los últimos años se mantenía como un mercado al alza para esta denominación.

“Lo primero que queremos es que esta situación tan dañina termine lo antes posible por las consecuencias humanitarias que está dejando. Mientras que desde un punto de vista comercial, está claro que va a haber limitaciones a las transacciones comerciales de Rusia, pero también efectos en las transacciones económicas. Unas limitaciones de la Unión Europea a Rusia que seguramente Rusia también aplique a la Unión Europea”, manifiesta el gerente del Grupo Rioja, Íñigo Torres.

Otro efecto negativo al que apunta como principl consecuencia es la devaluación del rublo, la moneda rusa, que se ha depreciado de manera intensa. “Esto hace que los vinos internacinales sean ya mucho más caros para el consumidor y se prevé un sufrimiento intenso de la economía rusa y la consecuente ralentización del consumo interno de cualquier producto internacional”. La normalidad que conocíamos, asegura, “no volverá cuando concluya esta guerra, que esperemos sea pronto, sino cuando se recuperen las relaciones de Rusia con Europa, algo que no se espera que suceda a corto plazo”.

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