Las fiestas calagurritanas están a la vuelta de la esquina. A falta de dos semanas para que den inicio los festejos, los trabajadores municipales han cumplido con una de las tradiciones más arraigadas. Esta no ha pasado inadvertida por los que paseaban por la calle Grande. La pancarta con el ‘chorra’ ya luce ufana por la principal vía del municipio. Desde hace semanas, la ciudad engalana sus farolas con las banderas de la comunidad y del país para dar la bienvenida a unos festejos que se celebrarán del 2 al 5 de marzo dentro de la normalidad que permita la pandemia.
Las peñas ya tienen sus actos organizados, primando las actividades de calle. “Pero como siempre ha sido. La calle es fundamental para las peñas”, explica Javier Fuentes, presidente de la calagurritana. Los del blusón negro están preparando unas fiestas, dice, “como si fuesen las de 2020”. Así, no faltarán degustaciones, algún concierto, monólogos y charanga. Mucha charanga. También celebrarán su tradicional comida de hermandad, donde el actor calagurritano Nacho Guerreros será nombrado Socio de Honor. El cuarto se abrirá como viene siendo costumbre.
Javier Calvano, de la peña El Sol, habla prácticamente en los mismos términos. “En principio, lo que se ha hablado en las reuniones es que sean unas fiestas normales. Tiraremos algo más de la calle, pero se utilizarán los cuartos de las peñas y haremos nuestras tradicionales degustaciones de sopas de ajo y de choricillo, fiestas infantiles y resto de actividades. Hay que ser respetuosos con los que quieran celebrar y con los que aún no quieran hacerlo, sin criminalizar ni a unos ni a otros”, cuenta.
¿Habrá o no habrá chupinazo? Es la principal incógnita entre la población. NueveCuatroUno ha podido saber que el acto inicial de las fiestas está previsto, como se ha hecho con el desfile de Carnaval: vinculado a la utilización de la mascarilla por la aglomeración de personas. También se va a llevar a cabo otro de los actos más tradicionales de las fiestas de marzo: los calderetes. El ayuntamiento ya adelantó que habría encierros, fuegos artificiales y una carpa en la plaza del Raso donde tengan lugar las actuaciones musicales.
Desde la peña Philips, decana en las fiestas calagurritanas, Eduardo Toledo, su presidente, también ultima estos días los detalles de su programa. “Evitaremos los interiores lo máximo posible”, coincide con el resto de las peñas. Aún así, tendrán su cena de hermandad para los socios. Además, lo acompañarán con una fiesta de DJs en la carpa que instalará el ayuntamiento, actos infantiles, un par de degustaciones y mucha charanga.
La peña La Moza ya tiene el programa encarrilado. “Tenemos la intención de hacer una fiestas de DJs el día del chupinazo, en la calle, con gente de casa que tienen muchas ganas de volver a poner música para los calagurritanos”. El programa, como en el resto de los casos, se traslada casi al completo a la calle. “Excepto para la fiesta infantil. No vamos a abrir el cuarto para nada más. Creemos que es lo más correcto en la situación en la que estamos”, explica su presidente.
Ellos también celebrarán su comida de hermandad y, entre otros actos, llevarán a los más pequeños a la feria. “La gente tiene muchas ganas de celebrar las fiestas después de casi dos años sin poder hacerlo. Nuestra idea fue coger el programa de 2020 y sacarlo lo máximo posible a la calle”.
La peña Riojana también está terminando de definir sus actos. Así, entre otros actos tradicionales volverán a celebrar su bingo. Esta vez, los premios intentarán aliviar los complicados meses que ha pasado la hostelería y el comercio calagurritano. “Los bingos y las líneas irán dotados de ‘cheques regalo’ se podrán canjear en los negocios que nos patrocinen y nosotros les haremos llegar el dinero”, explican desde la peña.
Su cuarto también permanecerá abierto al público, como se venía haciendo antes de la pandemia, y no faltarán otra serie de eventos que ya están incluidos en el programa oficial. También el cuarto de la peña El Hambre tendrá algo de actividad aunque las degustaciones se sacarán fuera de él ya que las dimensiones son pequeñas. Aún así acudirán a todos los actos posibles y tendrán los suyos propios: actividades infantiles, salidas de charangas, vermús musicales…
A la espera de que en unos días el consistorio presente el programa oficial para los festejos y con ganas de volver a vivir unas fiestas patronales tal y como se hacía antes de que llegase la pandemia, las peñas están poniendo toda su ilusión en planificar cuatro días en los que volverán a atarse los pañuelos al cuello y sus blusones de colores a la cintura para salir a la calle a disfrutar de una fiesta que lleva dos años paralizada.
