La Rioja

“Adriana solo repetía en el hotel ‘Carolina se ha ido, yo también'”

Un agente de la Policía Judicial que intervino en la investigación del asesinato de la niña Carolina en un hotel logroñés en 2020 ha declarado que su madre, presunta autora del mismo, “estaba muy parada, hablaba despacio, no daba respuestas concretas, ni precisaba dónde estaba la abuela” materna, quien después apareció ahogada en el río Ebro.

Así lo ha dicho este martes en la Audiencia Provincial de Logroño, que ha celebrado la séptima sesión del juicio que se desarrolla con un tribunal popular, que en esta jornada ha contado con las declaraciones de cinco de los agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación tras el fallecimiento de la niña de 5 años, presuntamente asesinada por su madre.

El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.

En la vista oral han declarado cuatro de los agentes que intervinieron en la búsqueda de la abuela de la niña, quien apareció ahogada en el río Ebro en una zona próxima a la plaza de toros, y también otro miembro de la Policía Judicial que estuvo en la habitación del hotel con la acusada.

Este agente acudió, junto a otras cuatro patrullas policiales, al hotel en la mañana del lunes 27 de enero de 2020, cuando recibieron el aviso de un vecino de que una mujer pretendía saltar por la ventana desde un cuarto piso desde el establecimiento hotelero.

Ha detallado que, cuando llegó a la habitación, sus compañeros se encargaban de hacer la reanimación cardiopulmonar a la niña, quien presentaba “livideces” y, a su juicio, ya estaba “claramente fallecida”. La madre, quien fue trasladada a la habitación contigua, tenía unas heridas de cortes profundos en las muñecas, con sangre reseca, pero “no respondía sobre qué había pasado y solo decía: ‘Carolina se ha ido, yo también'”, según ha relatado este policía.

También ha dicho que en la habitación había mucha sangre, sobre la cama en la que encontraron a la niña, en el rostro de la pequeña y en el suelo del baño, donde encontraron prendas ensangrentadas y otras mojadas.

Accidente de tráfico

En el juicio han testificado los dos agentes que fueron a buscar el coche de la procesada donde ella les dijo, aparcado en avenida de Portugal, quienes comprobaron que tenía un golpe en la parte delantera derecha y una rueda reventada; y después constataron que se habían hecho tras un choque contra una valla junto a la fuente Murrieta, muy cerca del lugar de estacionamiento.

Estos dos policías se desplazaron esa mañana hasta el cuartel de la Guardia Civil de Haro, donde vivían la acusada, su madre y su hija -esta última con su padre, quien tenía la custodia- para recoger unas cartas manuscritas y los teléfonos que había encontrado el tío materno de Carolina escondidos en un armario del domicilio familiar.

Los dos agentes, quienes no llegaron a leer las cartas, trasladaron al hermano de la acusada desde Haro a la Jefatura Superior de Policía en Logroño, donde este prestó declaración. Por el camino, según han indicado, les comentó que las tres desaparecieron el domingo de casa sin decir dónde iban y que las cartas eran “de despedida y daban a entender que la acusada y su madre se querían quitar la vida”.

FOTO: Raquel Manzanares/EFE.

En el cuartel de la Guardia Civil de Haro también se encontraba el padre de la pequeña, a quien estos agentes no quisieron informar de la muerte de su hija porque, según ha reconocido uno de los agentes, carecían de “los conocimientos y la sensibilidad” para darle la noticia, por lo que le pidieron que se trasladase a la comisaría de la Policía Nacional en Logroño.

Estos dos agentes, junto a otros dos que también han declarado este martes en la vista, inspeccionaron el Parque de la Ribera en Logroño, un lugar con fácil acceso al río Ebro, y allí encontraron el martes 28 de enero un bolso con documentación de la abuela y la acusada. A pocos metros apareció el cadáver de la abuela materna, quien estaba desaparecida tras ausentarse del hotel el domingo por la tarde.

El juicio, que se prevé que se prolongue hasta el 17 de febrero, continuará mañana con la declaración de cinco agentes más de la Policía Nacional que participaron en la investigación.

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