Ana Lumbreras y Pilar Mazo.-
Uno de los retos principales de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER) para 2022 es seguir agilizando el tiempo de respuesta de los expedientes de las líneas “más sencillas” que tramita, como los cheques asistencia y talento, de forma que se logre pasar del actual umbral medio de los 100 días a los 60.
Así lo ha defendido el gerente de la ADER, Luis Alonso, en una entrevista con Efe, en la que ha abordado los retos para este departamento, al que se incorporó el pasado mes de septiembre proveniente del Centro Tecnológico Agroalimentario, donde desempeñó diversos cargos de responsabilidad en el ámbito financiero.
Alonso (Logroño, 1975) ha explicado que su etapa en el cargo ha estado marcada por la continuación de la gestión de los planes y ayudas COVID, que han supuesto “un esfuerzo muy importante, casi titánico, para esta casa”, que se creó en 1997. Desde su punto de vista, “el problema para que los expedientes tarden una media de 100 días en resolverse está en su volumen, ya que en tres años, sin llegar a cumplirse, se han gestionado 30.000, con el procedimiento administrativo que lleva cada uno, que es largo”.
A este respecto, “será preciso acometer este año algunos ajustes internos” en ADER para que “salgan antes las ayudas”, ha recalcado el gerente, lo que podría suponer mantener, reducir o flexibilizar algunas líneas, sin que haya avanzado más datos en esta materia.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Junto al objetivo de reducir el tiempo de respuesta en los expedientes tradicionales, “más sencillos”, también se plantea ajustar, en lo que resta de legislatura, el de los expedientes de I+D+i, que son más complejos. El reto es pasar de la media del año y medio actual de respuesta de estos expedientes a una de 6 meses, con lo que se equiparía a la que ofrecen otros organismos, como el CDTI y la Comisión Europea.
Esto responde, ha dicho, a la necesidad que tiene La Rioja de “hacer que su tejido productivo sea realmente competitivo y que la investigación y el desarrollo aumenten su peso en el PIB regional”, que, según los últimos datos actualizados, se incrementó de 2019 a 2020 del 0,76 al 0,79 %.
Proyectos eficientes
Alonso ha reconocido que la pandemia ha aumentado, de forma considerable, el trabajo en la ADER, hasta el punto de que, antes del COVID, el número de expedientes o solicitudes se situaba en los 2.000 o 2.500, frente a los 20.127 que llegaron en 2020 y los más de 10.600 en 2021, lo que ha supuesto gestionar 5 y 10 veces más el número de expedientes que en una etapa sin coronavirus.
Con la mirada puesta en la recuperación, ha admitido que, a 31 de diciembre último, hubo que resolver los expedientes de los planes COVID, que “era lo que marcaba el marco temporal” y han sido cuatro meses “muy intensos” de resolución de esas ayudas. Como ejemplo de este tipo de ayudas, el cheque asistencia recoge las ayudas destinadas a la promoción de la innovación empresarial, en régimen de concesión directa, y que cuenta con una partida de 1,3 millones de euros.
Alonso también se ha referido a la mejora en algunas líneas de ayuda, como la de la solvencia y endeudamiento empresarial, y ha incidido en que La Rioja ha terminado con un porcentaje de ejecución favorable del 70 %, mientras que otras comunidades finalizaron en el 50 o el 30 %.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Junto a ello, la ADER también pondrá el foco este año en apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la asistencia técnica a proyectos o en la adquisición de consultoras que presten servicios que les apoyen, en especial, en la digitalización y el mercado online; y apoyará al comercio local, que es “importante”.
Alonso cree que el tejido empresarial riojano, en especial las pymes, tiene que avanzar hacia “procesos eficientes, que permitan conocer más los gustos de los clientes y consumidores”. A ello ha sumado la necesidad de “personalizar, por ejemplo, las experiencias turísticas que recibe La Rioja”, y “crear un vínculo con los consumidores o clientes que haga muy difícil que se vayan a otras empresas”.
“Quiero escuchar proyectos”
Alonso ha asegurado que se está en una fase de recuperación ante la pandemia, que ha afectado a la sociedad en general y, por tanto, al mundo empresarial, en especial, en lo referente a la internacionalización, ya que han disminuido el volumen de facturación y el número de países en exportaciones; además de que se ha visto afectada la I+D+i.
Por ello, ha informado de que “internacionalización e innovación serán dos elementos también a potenciar durante los próximos meses a la hora de focalizar las ayudas y las acciones”, por lo que la ADER trabaja en preparar dos o tres misiones comerciales en 2022, en función de la pandemia y la evolución sanitaria en otros países.
Otros sectores que también se proponen como más estratégicos este año son el agroalimentario y la consolidación de la industria de los componentes del automóvil, sin perder de vista el comercio que hace ciudad. Además, hay perspectivas “positivas” en el ámbito de las comunicaciones e infraestructuras de suelo industrial: “estamos cerca de desbloquear los problemas de suelo industrial en Santo Domingo de la Calzada y en negociaciones avanzadas para favorecerlo en Calahorra y Alfaro”.
Ha reconocido que hay carencias en infraestructuras, como puede ser el transporte ferroviario y el del aeropuerto, aunque considera que se está en fase de mejora en ambos ámbitos.
La Rioja, ha añadido, “recibirá una cuantía importante del Fondo de Cohesión Territorial FEDER en el período 2023-2029, con un importe de 26 millones de euros, que tendremos que ser capaces de aprovecharlos para captar inversiones”.
En este contexto, ha dicho que mantiene conversaciones con empresas de los sectores industriales agroalimentario y de componentes del automóvil, sin desvelar más detalles al respecto.
“Estamos en un momento en el que son más importantes los proyectos que el dinero. Quiero escuchar proyectos y luego ya se canalizarán o se les pondrán los adjetivos a los fondos”, ha recalcado.
Su mensaje al tejido empresarial: “es el momento de pensar y explicar los proyectos, cómo tienen que ser las empresas en el horizonte de cinco o diez años” y “tienen a la ADER para responder, enfocarles y apoyarles”.
