La Rioja

Las becas Erasmus cumplen 35 años sin sortear su “carácter elitista”

Las becas Erasmus cumplen 35 años sin haber sorteado uno de sus principales escollos: su “carácter elitista” y falta de equidad. El programa europeo, cofinanciado por el Gobierno central y las autonomías, no está al alcance de todos los jóvenes españoles, que además reciben ayudas muy dispares en función de donde viven o estudian.

Por tercer año consecutivo, Erasmus Student Network España (ESN, formada 39 asociaciones repartidas por 25 provincias) presenta su Observatorio de Cofinanciación Erasmus+, que analiza los presupuestos nacional y autonómicos de este programa de movilidad internacional.

“No está al alcance de todos”

El presidente de ESN España, Miguel Hernández, subraya que se trata de una “inversión estratégica, más ahora que tenemos que recuperarnos de una pandemia”, pero debería ser un programa “más inclusivo y accesible para todas las personas: “Si necesitas depender de la ayuda económica de tu familia para disfrutar de esta oportunidad, se convierte en algo que no está al alcance” de todos.

Erasmus+ se ha asentado como una gran herramienta -ha beneficiado a diez millones de personas en sus 35 años de vida- pero no llega a todo el mundo como refleja la propia Comisión Europea: el 31% del estudiantado que no hizo una movilidad indicó que era por inseguridad sobre el coste de estudiar fuera y el 25% por falta de otros recursos económicos necesarios.

Además, “la segregación es clara: el 73% de las personas que han participado en el programa no procedían de entornos desfavorecidos, el 9% tienen obstáculos económicos (bajos ingresos o jóvenes en desempleo de larga duración …) y solo un 1% tienen una discapacidad (en España, las personas con discapacidad representan el 1,5% del total de matriculados)”.

Un descenso abrupto

Otro de los datos del Observatorio destaca que la financiación nacional ha caído “significativamente” en los últimos once años. En España, el máximo histórico de cofinanciación de Erasmus+ se alcanzó en 2010: casi 66,5 millones de euros destinados a 36.183 estudiantes.

En 2020, con un incremento del 55,6% de estudiantes -en total 56.301-, que han realizado una movilidad fuera de nuestro país, la cofinanciación nacional se ha reducido casi un 55 %: en los últimos cinco años el Gobierno ha mantenido 30 millones de euros anuales.

Aunque los Presupuestos Generales del Estado de 2022 aumentan la partida hasta los 40 millones, siendo el primer aumento desde 2016, “la inversión sigue siendo insuficiente, puesto que el número de estudiantes” sigue creciendo.

“Es más importante que nunca aumentar la cofinanciación nacional con el fin de garantizar que, a raíz de la pandemia, Erasmus+ no refuerce su carácter elitista, y que el estudiantado procedente de entornos desfavorecidos tiene las mismas oportunidades”, sostiene Erasmus Student Network España.

Reivindica asimismo que la cofinanciación de estas becas por parte de las comunidades sea un tema vital en sus presupuestos para llegar a “una situación más equitativa que la actual”.

Según el III Observatorio de ESN, que se lanza ahora junto a la nueva web y que reúne todas las becas disponibles en España para una movilidad Erasmus+, es necesario garantizar la igualdad de oportunidades de todo el estudiantado, independientemente de la comunidad en la que viva o estudie.

“Las diferencias abismales entre las becas complementarias que ofrecen las comunidades incrementan la desigualdad entre el estudiantado de forma notable, por ejemplo entre una persona que estudie en Andalucía -con un gran sistema de becas complementarias- y otra en Madrid -que no tiene ninguna-“, añade.

El modelo andaluz es “el mejor sistema de cofinanciación autonómico en España, garantizando ayudas para todo el estudiantado, que cubre la duración total de su movilidad y que ofrece una ayuda específica extra a personas de entornos desfavorecidos”.

Andalucía es la región que más invierte (56,40 euros por estudiante), seguida del País Vasco (37,88) y Extremadura (29,13). Hay comunidades que invierten en el estudiantado empadronado en su territorio y otras que lo hacen en el que se matricula en sus Universidades, lo que dificulta el análisis real del gasto y lo que supone para parte de los jóvenes no poder optar a estas ayudas.

Por otro lado, la mayoría de comunidades autónomas reparten la ayuda solo teniendo en cuenta el número de meses que el estudiantado va a estar fuera (Asturias, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Melilla, Navarra, el País Vasco, Murcia y La Rioja); mientras que Baleares y Cantabria apuestan por una ayuda única, y Madrid, Castilla-La Mancha y Ceuta no cuentan con ningún tipo de ayuda.

El modelo recomendado desde ESN España es el que siguen Andalucía, Aragón, la Comunidad Valenciana y Galicia, que además de tener en cuenta la duración de la movilidad también distingue el país de destino según la renta del mismo.

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