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Brooklyn Fitboxing: un deporte para todos que “engancha y resetea”

¿Un deporte con el que no da pereza entrenar? ¿Un deporte que aporta energía, libera estrés y es divertido? ¿Un deporte llevadero y que ‘engancha’ a las primeras de cambio? Para los que estén ahora con los ojos como platos, sí, existe: el fitboxing.

En septiembre de 2020 aterrizó en Logroño Brooklyn Fitboxing con el propósito de ofrecer “sesiones que pasan volando y te dejan con ganas de más, cogiendo rápidamente una rutina muy sana de ejercicio y, sobre todo, divirtiéndote”, explica Yaiza Álvarez, gerente del centro de la capital riojana.

El fitboxing, tal y como se trabaja en el centro Brooklyn de forma “única” en la ciudad, “es una manera de hacer boxeo sin contacto y a la misma vez fitness. El golpeo es a ritmo de una música diseñada específicamente para esta actividad” y cada saco cuenta con unos sensores que, a tiempo real, ofrecen el resultado del ejercicio que se está practicando.

Foto: Lourdes Barragán

“Cada golpeo da una serie de puntos que se van recopilando hasta cuadrar una clasificación que es lo que nos ayuda a conseguir ese resultado divertido. Es una puntuación en la que tú no compites para ver quién golpea más fuerte, sino que compites por superarte a ti mismo en cada sesión”.

La duración de cada clase es de 47 minutos de boxeo sin contacto combinado con ejercicios de alta intensidad al ritmo de la música. Una rutina diseñada para elevar tu motivación al máximo a la vez que se pierde peso y se consigue un cuerpo tonificado, fuerte y ágil. “Ejecutamos ocho rounds en el saco, divididos en simples que se van uniendo cada dos y entre round y round dos minutos de trabajo funcional. No hay parones y así conseguimos una rutina dinámica en tiempos cortos siempre guiados por un entrenador”.

Si con solo leer ya estás sudando, que no cunda el pánico. Yaiza destaca que es un deporte para “todo el mundo”, independientemente de la forma física. “Cada persona va a su ritmo y lo bueno es ir progresando, que se hace de forma rápida. Lo bueno es ir progresando y se hace de forma bastante rápida porque todas las combinaciones se repiten durante dos semanas para cogerlas sin llegar a aburrirte. Además, si marcamos diez sentadillas y solo puedes hacer dos, más vale dos bien hechas que diez malas. Muchos de nuestros clientes no han hecho ejercicio en su vida y al fitboxing se enganchan rápidamente”.

Foto: Lourdes Barragán

En el momento en el que te pones los guantes, que por cierto, junto con las vendas los regala el centro, y suena la música, todo lo que sucede fuera de la sala se desvanece. Durante cada una de las sesiones las preocupaciones diarias desaparecen “y eso es lo que engancha. Descargas mucha adrenalina, tu cerebro se activa con desafíos constantes; puedes llegar a hacer 500 abdominales sin darte cuenta; tonifica los músculos sin hincharlos; quemas grasas; y reseteas”, explica Yaiza.

Deporte solidario

La marca Brooklyn está muy comprometida además con todo tipo de proyectos sociales, sostenible y humanos, por ello creó el proyecto ‘Hit4Change’. “Porque la marca desde un principio se propuso cambiar el mundo ayudando a los más desfavorecidos y donando fondos a causas solidarias”.

Y tú eres el protagonista. Mediante un sistema de ‘gaming’, dependiendo de cómo haya sido tu sesión de entrenamiento, “si has dado con más fuerza al saco, por ejemplo, dan más o menos puntos de karma, convirtiendo cada entrenamiento en una experiencia única con la que acumulas y transformas energía (Karma) que luego donarás a uno de los proyectos con los que trabaja Brooklyn Fitboxing”.

Foto: Lourdes Barragán

“Esos puntos se convierten en aportaciones económicos a través de las donaciones de todos los gimnasios, aportando el uno por ciento de la facturación a una hucha común que se destina a luchar contra el hambre y la pobreza”. Porque además de ir al gimnasio y cambiar tu vida y tu cuerpo, “también puedes cambiar el mundo”.

El gimnasio, ubicado en la Plaza de la Diversidad, 5, mantiene un horario flexible de lunes a domingo “para facilitar que el cliente consiga esa rutina que tanto hace falta”. Porque “hay que quitarse miedos y vergüenzas, probar y sobre todo disfrutar”. Solo así podrás convertirte en todo un fitboxer.

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