La SD Logroñés ha caído frente al Real Unión (0-2), en un partido decidido por un tanto de Pradera a la hora de partido y otro sobre la bocina. Peor versión blanquirroja que la de anteriores jornadas, en buena parte gracias al mérito del oponente. Los de Aitor Zulaika suelen apostar por bajar el ritmo de sus partidos, hacer que pasen menos cosas y jugar a ritmo diésel. El plan les ha salido a la perfección, golpeando en el momento adecuado y conservando su renta posteriormente. 21 puntos para los de Raúl Llona, que caen nueve jornadas después y se quedan sextos.
Las visitas de los fronterizos a Las Gaunas nunca suelen traer muchos tantos. Y en esta ocasión, tampoco iba a cambiar demasiado el panorama. Seguín ha tenido la primera para los visitantes, disparando fuera. Los locales, por su parte, han utilizado el balón parado para crear incertidumbre. Un testarazo de Xiker y un disparo de Sandoval han probado a Irazusta. Pero la más clara, al borde del descanso, ha sido para Emilio. El centrocampista ha recogido un rechace y ha lanzado a las nubes cuando lo tenía todo absolutamente a favor.
En el apartado de lesiones, Albisua ha tenido que ser sustituido por un golpe en la cabeza tras un choque fortuito con un rival. Arnedo ha saltado en su lugar. En líneas generales, la SD Logroñés no estaba encontrando la extraordinaria claridad de juego de otras jornadas, pero sí mantenía la solidez defensiva. Jon Ander, una auténtica isla en la posición de delantero centro, no ha podido recibir casi balones. El rival había puesto una muralla y aunque su juego distara de ser artístico, sí ha resultado efectivo para parar la ofensiva local.
Con el paso de los minutos, el Real Unión conseguía avanzar yardas en campo contrario y aumentar su sensación de peligro. Hasta que una jugada de tiralíneas iniciada en banda izquierda ha acabado en gol de Pradera. Conducción vertical, pase interior hacia el área, disparo rechazado por Jero Lario y el rechace, a las mallas tras remate a placer. El tanto ha provocado una reacción rápida de Llona, que ha apostado por Mario Soberón y Javito para intentar darle la vuelta a un partido muy complicado.
Los guipuzcoanos, muy cómodos, han estado realmente cerca del 0-2. Un tiro de Sánchez se ha marchado rozando el palo desde la frontal, con Lario batido si el disparo hubiera cogido puerta. Sin hacer un gran juego ni exhibir grandes cualidades, el Real Unión estaba teniendo premio a su parsimonioso planteamiento. La SD Logroñés ha decidido introducir a Cubero y El Haddadi, para quemar las naves y buscar al menos un punto.
La dureza también ha sido otro argumento de los vascos, a quienes no les ha importado sumar varias amarillas con tal de impedir cualquier acción de peligro. El juego no tenía continuidad y el reloj corría irremisiblemente hacia el final. Sin demasiadas ideas, los blanquirrojos querían, pero no podían. Y para colmo, Temenuhzkov se ha inventado un golazo espectacular sobre la bocina, directo a la red desde más de treinta metros. No ha sido el mejor día y la SD Logroñés visitará Badajoz el próximo sábado (17:00).
