La Rioja

Hugo Díaz: “Es urgente cambiar la manera de enseñar y formar en Latinoamérica”

Presidente del Consejo Nacional de Educación de Perú (2014-2017), asesor principal del Portal Educared Perú de la Fundación Telefónica, así como miembro del Consejo Asesor de UNIR en Perú, Hugo Díaz es, además, uno de las personalidades latinoamericanas que han visitado La Rioja en el marco de la celebración del Foro Futuro en Español. Una iniciativa que le ha granjeado la oportunidad de conocer de primera mano la cuna de nuestra lengua y la implicación de esta en todo el mundo.

– El Español es la lengua que nos une, ¿qué aprendizaje se lleva de la estancia que ha realizado?

– Han sido unos días no solo muy valiosos para Perú, sino para todos los países participantes. Ha supuesto un intercambio de opiniones y experiencias muy interesantes sobre el idioma, pero también nos ha hecho ver el gran esfuerzo que tenemos que realizar, no solo para reinventarnos en este proceso de transformación de las instituciones educativas, sino también ver lo difícil que va a ser este proceso. Hay instituciones que han nacido en el marco de la virtualidad, como UNIR, pero la mayor parte de las instituciones de nuestros países nacieron analógicamente y este proceso hacia lo digital implica muchos cambios. Procesos muy costosos pero necesarios. Nos vamos con una visión de cuál es la inmensidad de la tarea y aprendiendo a cómo ir cambiando nuestras culturas de trabajo.

– Usted que ha sido presidente del Consejo Nacional de Educación, ¿en qué piensa cuando se habla de retos a los que se enfrenta la universidad en el siglo XXI?

– Está claro que hay varios, pero principalmente está el de su propia reinvención. Si la universidad no se recicla le va a suceder lo mismo que a muchas empresas, que en los últimos tiempos han desaparecido por no actualizarse, por no ponerse a tono con la modernidad. Ahora la universidad ya no está sola, cuenta con infinitas plataformas digitales, pero si no las utiliza, sencillamente desaparecerá. La reinvención es la inquietud central y lo que preocupa en los países Latinoamericanos y concretamente en Perú es que son muy pocas las universidades que están pensando en cómo van a modernizar sus facultades, cómo van a hacer frente a las nuevas carreras que están surgiendo, o cómo van a cambiar la estructura de oferta de la propia universidad.

Además se antoja urgente cambiar la forma de enseñar. No sirve reproducir en la pantalla la misma clase que presencialmente. De esta forma los estudiantes no son atraídos a aprender. Los niveles de instrucción en América Latina preocupan mucho porque se calcula que los niños están aprendiendo un quinto de lo que deberían. Las escuelas han estado cerradas dos años, ¿cómo se va a recuperar ese aprendizaje en el futuro?, ¿qué van a tener que hacer las universidades para no bajar su estándar de calidad de formación con chicos que ingresan con prácticamente dos años menos de aprendizaje?

– Entonces, la modernidad y la calidad irían de la mano.

– Así es. Se trata no de seguir formando como antes, enfatizando en los conocimientos. Ahora hay que centrarse en el desarrollo de habilidades que incluyan elementos relacionados con el medio ambiente, la ética, los valores, además de las competencias digitales. La universidad tiene que tener en cuenta que la formación de los profesionales no acaba con un postgrado o un doctorado, los cambios son tan dinámicos que hay que ingresar en un proceso de formación durante toda la vida.

En Perú, por ejemplo, si queremos pensar en el futuro tenemos que darnos cuenta de que en algún momento del año la población tendrá que reincorporarse nuevamente al sistema educativo, 33 millones de personas tienen que ser atendidas y el componente tecnológico resulta clave. Va a tener que ser un sistema muy creativo, pero no depende exclusivamente del Estado, sino de toda la sociedad para poder implementarlo.

– ¿Qué grado de importancia cobra la formación de los docentes en competencias digitales? ¿Cómo ayuda UNIR a la capacitación de estos profesionales peruanos?

– Está claro que todo docente que no se preocupe por estar actualizado tiene o va a tener un problema. Vamos a utilizar la inteligencia artificial, la realidad virtual, la aumentada, la velocidad 5G… y si no estamos en esa onda quedaremos fuera del mercado. La mayor preocupación en Iberoamérica es la edad media de nuestros profesores en la universidad, que está por encima de los 50 años, lo que hace más difícil ese proceso de adaptación.

Por su parte, la UNIR está haciendo un esfuerzo muy interesante iniciando además una colaboración en varios campos: en la capacitación de docentes para ponerles al día en el uso de las nuevas técnicas y en convenios en diferentes áreas de gestión.

– ¿Cómo está en estos momentos la situación educativa en Perú?

– En el área urbana todavía no se ha vuelto a las aulas. Hay una presión social muy fuerte por regresar, pero el Gobierno no toma la decisión y los protocolos sanitarios que requiere a las escuelas y universidades son sumamente exigentes y costosos. Habría que retornar para que los chicos no pierdan más aprendizaje porque además están surgiendo problemas socio emocionales. El 50 por ciento de los niños están con signos de depresión, falta de apetito… y a eso se suma que el confinamiento ha llevado a mermas de ingresos por pérdidas de trabajo, lo que ha afectado al desarrollo de los chicos.

Hay que replantearse las estrategias de aprendizaje, los chicos no pueden llegar y volver como si nada hubiera pasado. Hay 200.000 muertos por COVID en el país que ha afectado a una cantidad grande de alumnos. El tema socio emocional es muy importante y tiene que ser abordado y para eso también hay que capacitar a los docentes, reforzando los sistemas de tutorías, que tampoco están muy bien preparadas.

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