San Mateo

De experiencia piloto a proyecto consolidado: las tertulias taurinas

Cuando Manuel Martín, director de NueveCuatroUno, me habló, allá por marzo, de la posibilidad de llevar a cabo una serie de tertulias taurinas en las que analizar los festejos de la feria de San Mateo, sus palabras y también su idea me sonaron un tanto huecas. “Bien, bien, ya lo hablamos”. Acababa de darme su confianza para que un juntaletras como yo se encargara de la información taurina del portal. Como para decirle que no.

Pasaban los días y no se volvía a hablar de las tertulias. “Manu, el sábado iré a Gijón que torea Urdiales y te paso crónica”. “Manu, te envío un articulito con varias noticias de toros y le damos forma a la actualidad taurina en La Rioja”. […] “Vale”. “Perfecto”, me decía. Hasta que no hace muchos días, recibo un Whatsapp tan escueto como acojonante: “Tenemos el hotel reservado para cuatro mañanas. Hay que darles forma a las tertulias”. Aquello sobresaltó, y de qué forma, mi semana de vacaciones.

“Manolo (González), que voy a organizar unas tertulias, como las que tenías tú en el Carlton, pero de andar por casa, no sé yo cómo saldrán”. Después lo comenté en casa que, más que a tertulias, aquello sonó como a que “estas fiestas casi que me vais a ver el pelo”.

Pasaban los días y crecía la tensión. Solo tenía una cosa clara: los invitados. Desde Carmelo Irazola hasta José Ignacio Ruiz de Palacios, pasando por Pablo García Mancha, Manolo González, Eduardo Santamaría y los representantes de las asociaciones de aficionados taurinos de Logroño. Me dieron todas las facilidades del mundo y siempre contestaban lo mismo: “Sí, lo que te haga falta, iré encantado, muchas gracias por acordarte de mí”. ¡Qué gente más maja, leche!, pensaba yo. Al señor Martín le pedí que hiciera la gestión para ‘contratar’ a Agustín Santolaya, del que veo vídeos de las catas que dirige y admiro profundamente. El siguiente Whatsapp fue: “Agustín te va el día 21”. Pues hecho, pa’lante.

Pensamos en Diego Urdiales, pero a las 13 horas almuerza quien luego se juega la vida y cambiamos su condición de contertulio por una extensa entrevista que publicamos días atrás.

Casi se había colgado el ‘no hay billetes’ para la charla del 21, cuando mi admirado Manolo González glosaba su experiencia al mando de coloquios similares en media España. Unos veinte escuchamos que un día de Santiago habló del festejo de la víspera a 498 personas en el Hotel Santemar de Santander. Contó que su rigor y su independencia permanecieron inalterables durante casi medio siglo, pese a que ciertos apesebrados hicieron todo lo posible por arrebatarle la organización de no pocos encuentros entre aficionados. Mis respetos.

Pablo García Mancha nos habló de la nostalgia que había sentido la tarde de antes lejos del burladero de prensa. Y de cómo fraguó amistad en tiempos con Diego Urdiales, cuando este aún era novillero sin caballos y hacía para él las veces de corresponsal desde los corrales de la plaza de Calahorra, dando el parte del sorteo.

El sentir de dos soledades vinieron a glosar: Manolo, la que sintió cuando emprendió aquella cruzada contra que Logroño se quedara sin plaza de toros municipal, y Pablo, la vivida por la incomprensión de sus compañeros informadores cuando seguía confiando en Diego Urdiales, pese a los sinsabores con los que la profesión abrazaba a aquel torero, hoy figura del toreo.

El día grande reuní sin saberlo a dos vecinos del ‘2’ en La Manzanera. El abogado Carmelo Irazola y el bodeguero Agustín Santolaya. Ambos lamentaron que aquellos valores taurinos del Logroño de finales del XX se habían desvencijado bajo la cubierta de ‘La Ribera’. El conocimiento, la seriedad y la exigencia de varios aficionados que se levantaron en aguerridos adalides para la defensa del toro en Logroño se había disipado con el consiguiente cambio de localidad de una plaza a otra. Aquella comunión entre empresa, afición y prensa llevaron a la feria de Logroño a lo más alto del calendario taurino nacional. ¿Cómo recuperar aquellos valores taurinos? Hete aquí las tertulias de Nuevecuatrouno, vinieron a celebrar. Por algo se empieza.

Tertulias taurinas de NueveCuatroUno | Foto: Riojapress

El profesor de derecho tributario y financiero de la Universidad de La Rioja, José Ignacio Ruiz de Palacios, como Carmelo y Agustín, añoró aquellas ferias mateas de entonces y ofreció un punto de vista más empresarial y también de gestión sobre la situación taurina actual de Logroño. Todos estamos de acuerdo en que la empresa gestora de ‘La Ribera’ ha de ganar dinero con sus programaciones, pero no a costa de reducir la calidad del espectáculo, expuso. El profesor Ruiz de Palacios coincidió plenamente con el joven aficionado Eduardo Santamaría, hasta ahora en el anonimato taurino de la ciudad, que receló de la falta de emoción que atraviesa la fiesta de los toros en Logroño.

Tercera tertulia ‘De Rioja y Oro’ | Foto: Riojapress

Eduardo hasta advirtió que el reloj de la plaza no deja de marcar las 9:48 desde, por lo menos, la feria de 2019… Ambos ensalzaron el toreo que brotó de la muleta de Diego Urdiales la víspera, la ortodoxia (por no decir otra cosa) de Roca Rey y se llevaron las manos a la cabeza cuando sufrieron en sus carnes de aficionados la petición del indulto para aquel toro de calidad suprema y de nombre ‘Caballa’ que se impuso a Antonio Ferrera.

Cerraron plaza en el Hotel Eurostars Ruavieja Fernando Pascual, presidente del Club Taurino Logroñés, Alejandro Lerena, al frente de la Peña ‘El Quite’, y mi amigo José Juan Ezquerro, en representación de la Peña 21. De este primer encuentro entre representantes de la afición logroñesa ya dejó constancia Manuel Martín.

Cuarta tertulia taurina ‘De Rioja y Oro’ | Foto: Riojapress

Mi agradecimiento es absoluto a todos ellos, como a quienes asistieron en calidad de público y pudieron desahogar las penas que albergaban en sus almas de aficionados a los toros y a los ‘sanmateos’ taurinos que vivieron en ‘La Manzanera’. ¡Qué tendría aquella plaza, aquellos tiempos, aquellas gentes y aquellas ferias que aún siguen vivas en el recuerdo de tantos logroñeses!¡Cuánta nostalgia!

Cada día fueron más los que dimos forma y ya casi hemos conseguido consolidar este proyecto de tertulias taurinas ‘De Rioja y Oro’. Personalmente, me limité a disfrutar y a contaros lo que sentía y también lo que me pedía el cuerpo. Solo intenté dar voz al aficionado, tantas veces arrinconado, ignorado y despreciado. En el corazón me llevo el cariño y el respeto con el que me habéis arropado cada día. Saber ahora que comparto criterio y parecer con quienes han sido norte, referencia y guía en mi deambular por la senda del buen aficionado a los toros no tiene precio. ¡Gracias! Infinitas. Mi respeto y cariño es recíproco.

Cuarta tertulia taurina ‘De Rioja y Oro’ | Foto: Riojapress

Y ahora me toca a mí. ¡Manu, reserva el hotel para las mediodías del San Mateo de 2022, que repetimos!

¡Hasta el año que viene!

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