San Mateo

Un millar de jóvenes estrenan los sanmateos con un gran botellón

FOTOS: Raquel Manzanares (EFE).

Eduardo Palacios (Logroño).- Más de un millar de jóvenes han participado durante la madrugada de este sábado en el primer gran botellón de las fiestas de San Mateo de Logroño, que se ha desarrollado sin incidentes hasta las primera horas de la mañana en el parque del Ebro de la capital riojana.

El comienzo de las fiestas mateas era el primer momento en el que se esperaba una gran concentración de madrugada de jóvenes en este parque, próximo a algunas de las principales zonas de ocio de la ciudad. Por ello, desde medianoche cuatro coches de la Policía Local se situaron en los dos extremos de la zona en la que desde hace meses se congregan miles de jóvenes cuando cierran los bares próximos.

Pero el primer botellón de San Mateo no comenzó a la misma hora que otros. Principalmente por la lluvia, que ‘invitó’ a los chavales a quedarse dentro de los establecimientos hasta el final. Pero además hubo otros ‘frenos’ al botellón, el que “muchos han decidido esperar a mañana, que será un día largo, desde la mañana” y “también hoy coinciden las fiestas en Villamediana”, explica Pedro, uno de los primeros en llegar, antes de la una.

Él y sus amigos, muy jóvenes, decidieron esperar resguardados bajo el Puente Hierro a que llegara “todo el mundo” pero ser los primeros solo les sirvió para que la policía les identificara, para comprobar su edad. “Ojalá llueva mucho más y toda la noche”, afirmaba, mientras, otro de los agentes, consciente de que en poco tiempo empezarían a ver llegar a muchos más jóvenes, pertrechados con botellas de bebidas alcohólicas y ganas de fiesta.

Cierre de locales, animación en el parque

Y así ocurrió prácticamente a las dos de la madrugada, mientras los bares cerraban para cumplir el horario marcado por la pandemia, ‘riadas’ de chicos y chicas se dirigieron a un tramo del parque del Ebro, como si se tratara de un ritual. En apenas media hora el tranquilo parque junto a la rivera del Ebro fue ocupado por grupos de chavales con botellas y vasos en las manos, algunos en torno a altavoces de música y otros simplemente hablando de sus cosas.

La mayoría con mascarilla y sin mucho contacto entre grupos, los chavales fueron agotando la noche, sin problemas “aunque al final siempre puede haber uno que se descontrole”, pronosticaba uno de los agentes que seguían en el dispositivo de seguridad, ampliado ya con un control de tráfico y por patrullas de la Policía Nacional en los accesos al parque.

“Solo estamos aquí porque cierran los bares y tratamos de cumplir con las medidas de seguridad”, explicaba Carlos mientras acude al “punto de encuentro del parque” con sus amigos, varios de ellos procedentes del País Vasco, por el ‘efecto llamada’ que tiene este fin de semana para muchos jóvenes de regiones cercanas.

“No nos gusta lo que se dice de los jóvenes porque tratamos de cumplir con las medidas, pero necesitamos salir, estamos cansados de que las cosas no sean como antes y, además, te dicen que mantengas la distancia y luego vas en el autobús hombro con hombro con gente que no conoces”, lamentaba Nerea. Ella y todos los que van a su alrededor no dudan en afirmar que muchos hubieran preferido tener las discotecas abiertas, sobre todo en un momento en el que la temperatura empieza a bajar. La queja es generalizada porque “solo estamos aquí porque cierran los bares y hay que ir a algún lado”, subraya David.

“Claro que sabemos que el COVID está ahí y es necesario que haya un poco de conciencia, pero también es cierto que si cierran todo, lo normal que nos acabemos reuniendo en algún lugar”, concluyó Lucía mientras saludaba a amigas de otro de los grupos de este “tranquilo” botellón de inicio de los sanmateos.

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