Cualquier chaval de 17 años fantasea con la llegada de agosto para disfrutar del monte o la playa en un campamento, rodeado de amigos y abriendo los sentidos a la diversión y al ‘verano del amor’. No es el caso de Unai Orradre. El alfareño, uno de los pilotos más prometedores del Mundial de Superbike (en la categoría SSP300), comparte estos días con el mejor motociclista de la historia -con permiso de Giacomo Agostini, Ángel Nieto o Marc Márquez-, Valentino Rossi.
FOTO: Master Camp Yamaha.
Y lo hace a lo grande, en el rancho del piloto italiano, invitado junto a otros cuatro deportistas privilegiados (el turco Bahattin Sofuoglu), el brasileño ‘Torquinho’ Maier, el británico Harrison Seabright y el español Iker García Abella) al exclusivo ‘Master Camp’ de Yamaha. Las cinco promesas del motociclismo finalizan este domingo un campamento que comenzó el miércoles y que representa un oscuro objeto de deseo para los amantes de las motos.
El objetivo del ‘Master Camp’ no es otro que fomentar el talento a través de todas las vías posibles. Así, sus actividades están diseñadas por profesionales de las carreras y del ‘fitness’, que hacen sudar la gota gorda a los participantes, bien mediante ejercicios, bien practicando ‘eSports’, bien (no podía ser de otra forma) pilotando motos de carreras, tanto en circuitos de asfalto como de cross.
Los profesores del campamento son nombres ilustres del motor, como el tricampeón inglés y bicampeón norteamericano en ‘Flat Track’ Marco Belli, además de la leyenda más perseguida para hacerse un selfi, Valentino Rossi, que al finalizar la temporada pondrá fin a una carrera laureada con nueve campeonatos del mundo en cuatro categorías diferentes.
El empujón definitivo para el piloto más prometedor
Para Unai Orradre, la experiencia adquirida en el ‘Master Camp’ supone un nuevo impulso en su carrera, cuyo futuro es mucho más que prometedor. El riojano, campeón junior de Superbike en 2019, se convirtió a sus 16 años en el ganador más joven del campeonato WorldSSP300 a lomos de su Yamaha, con la que impuso su dominio en la carrera inaugural del Mundial absoluto la pasada temporada en Jerez.
El triunfo no fue sino el anticipo de dos podios más en la pasada campaña (segundo en Portimao y tercero en Aragón), que le auparon hasta el séptimo puesto en la clasificación final de pilotos. Este año la exigencia sube y desde Yamaha le piden a Orradre que suba al escalón más alto del podio al final de la temporada (actualmente es decimotercero en la general). Para lograrlo, el riojano tendrá que darle buen uso a los ‘trucos’ aprendidos en el rancho de Valentino Rossi.
