Es la más pequeña de las islas habitadas de las Baleares. Un paraíso natural con playas de arena blanca y aguas cristalinas que hacen de este lugar uno de los destinos más idílicos para vecinos y forasteros y ahora, La Rioja, va a formar parte de él: de la mano de Ricardo Arambarri, llega a Formentera el nuevo espacio gastronómico Fandango.
“Hace dieciséis años desembarqué en un velero en este pequeño paraíso. Me enamoró y juré que volvería pronto”. Y así lo hizo el gerente de VINTAE y fundador del restaurante Wine Fandango en Logroño. “Conozco la isla muy bien y durante el confinamiento me planteé muchas cosas, llegando a la conclusión de que si me metía en algún otro proyecto sería en algo que me apasionara, y Formentera es una de las cosas que quiero en mi vida. Siempre me ha regalado amistad, aventura, diversión y amor, así que sentía que se lo debía”.
Pero Arambarri no viene solo. Con él, dos amigos, Francisco Larrey y Nacho Díaz, además de otra riojana, Isabel García. Todos con la misma pasión por la isla. “Hace un par de años, durante una comida, comentamos que estaría muy bien montar un restaurante aquí. Ese mismo día compramos una lancha entre los tres para obligarnos a pasar más tiempo juntos aquí y hoy, esa lancha forma parte del restaurante”.
El proyecto ha nacido con el nombre de Fandango haciendo un pequeño guiño al negocio que en octubre de este año cumplirá ya 7 años en Logroño, “pero con un concepto totalmente diferente” y porque así se llama el baile popular típico de las Baleares, que representa a la perfección el cruce de culturas del lugar. “La isla no se entendería hoy sin la inusual amalgama de las tradiciones payesas y el espíritu libre de ‘els peluts’ (los peludos), hippies y viajeros que, hace ya medio siglo, llegaron a Formentera para dejar huella sin alterar su pureza”.
Concepto gastronómico
Fandango Formentera es una ventana al mar en uno de los puntos neurálgicos de la playa de Es Pujols, donde arranca el concurrido paseo marítimo de la localidad. La esencia gastronómica es su brasa. La carta tiene su pilar en los pescados con el toque especial y los matices que solo aporta esta técnica, además de los arroces y, “por supuesto, el producto local”. Este último, precisamente, será el que se venda en una tienda alojada dentro del propio restaurante.
Luis Arrufat, ducho en varios establecimientos con estrella Michelin y profesor del Basque Culinary Center, es el encargado de plasmar la nueva propuesta gastronómica que consigue plasmar “esa mezcla entre la tradición y nuestra influencia valenciana y del norte de España”.
Fandango llega a Formentera para convertirse en un referente que camine de la mano con la transformación que está viviendo la isla actualmente hacia una gastronomía más cuidada. “Los viajeros llegan aquí a vivir la belleza natural, disfrutar de los productos locales y pasarlo bien, y este proyecto es la mejor combinación de gastronomía, vino y mucho flow. La idea es que sea un lugar de buen ambiente, no de fiesta”.
