Hace dos años Sara de la Osa decidió emprender un nuevo viaje pero sin despegarse de sus raíces. A más de 1.000 metros de altitud ve la vida desde otra perspectiva mientras sus ovejas pastan por la sierra camerana. A sus 34 años es una de las pocas jóvenes ganaderas que ha decidido apostar por el medio rural y su desarrollo gracias también al colchón que supone que esta sea también una profesión de tradición familiar.
“Una gran ayuda, más bien, porque empezar desde cero es prácticamente inviable”, recalca. Junto a su cuñado Sergio decidió un día ampliar la explotación ovina que sus suegros tenían en Nieva de Cameros con cerca de 300 cabezas. Ellos, a fecha de hoy, han triplicado la cifra. Una decisión que no le llevó mucho tiempo tomar valorando los pros y los contras.
“En aquel momento no tenía trabajo y las ovejas siempre habían estado ahí y era algo que me gustaba y controlaba. Pero lo que más valoro ahora es la calidad de vida que esto me aporta. Tengo tres hijos y poder flexibilizar mi trabajo con mi faceta familiar es algo que ni me podría imaginar con otro tipo de profesión y un horario fijo. Yo disfruto saliendo al monte a ver a las ovejas mientras me llevo a los tres pequeños, y pasan la tarde entre animales y naturaleza”, asegura.
Sara es una de las participantes en los cursos que desde la Consejería de Agricultura se han promovido con destino a jóvenes profesionales del sector agrario. Una formación presencial de 80 horas que se inició en marzo y obligatoria para poder percibir las ayudas de primera instalación enmarcadas en el Programa de Desarrollo Rural (PDR). Un total de 15 jóvenes ganaderos de diferentes municipios riojanos han participado en la actividad.
“Hay mucho apoyo por parte de las administraciones en materia de ayudas para la incorporación de nuevas figuras al sector agrario, sin las cuales sería imposible lanzarte a este tipo de proyectos”, indica al tiempo que lanza un llamamiento a todos aquellos que estén valorando la opción de emprender en un entorno rural: “Aunque el trabajo sea duro y poco compatible con los días libre, merece mucho la pena por la satisfacción que te da en el día a día”.
Este viernes se hacía entrega de los diplomas a los ganaderos participantes en este curso y la consejera de Agricultura, Eva Hita, quiso resaltar el esfuerzo y la implicación de todos ellos: “Habéis apostado por el medio rural como territorio de oportunidad donde desarrollar vuestro proyecto de vida y profesional en el siglo XXI. Significáis el relevo generacional y favorecéis un medio rural vivo a través de la actividad de la ganadería, tan arraigada a nuestro territorio y que tanto contribuye a la sostenibilidad social, económica y medioambiental de nuestra región”.
Los 15 participantes del curso de jóvenes ganaderos durante el acto de recepción en la Bodega Institucional de La Grajera.
Entre los contenidos de la formación figura la organización administrativa agraria en La Rioja y las características de la empresa agraria, las políticas agrarias europeas de la PAC y el PDR, los registros agrarios y la política de calidad agroalimentaria en la Comunidad Autónoma, así como aspectos transversales de la producción ganadera, como los seguros, la sanidad y alimentación animal o los campos demostrativos y grupos operativos.
“Sobre todo han hecho hincapié en la formación para ponernos al día con la gestión telemática, con todo el tema de la documentación, porque buscan modernizar este sector y lo cierto es que ha sido un apoyo muy importante porque nos ha aportado todos los conocimientos necesarios para comenzar con una nueva explotación”, valora Sara. No pierde tampoco la oportunidad para reivindicar su futuro: “Este programa también ha puesto de manifiesto que la ganadería sigue siendo un sector secundario frente a la agricultura, pero aquí estamos, con muchas ganas de dedicarle tiempo”.
Aunque la mejor experiencia que se lleva de este curso, “sin duda”, es el componente humano: “Haber conocido a otras personas en mi misma situación que han creado su proyecto de vida en otros pueblos ha sido lo más enriquecedor porque nos ha dado la oportunidad de valorar diferentes perspectivas y problemáticas y salir un poco de nuestro individualismo en el que a veces este trabajo te inunda. Ya hemos creado hasta un grupo de WhatsApp para no perder el contacto a partir de ahora”.
Sara es también una de las grandes apuestas para revitalizar el medio rural, ya que “el gran reto es incorporar a la mujer al sector agrario porque son impulsoras de la innovación y el emprendimiento rural“, recordaba Hita, apuntando a su vez que, “actualmente, la medida de incorporación de jóvenes el 81 por ciento son hombres y un 19 por ciento mujeres”.
Esta ganadera de Nieva de Cameros es consciente de esa diferencia proporcional que vive en primera persona: “Seguimos siendo muy poco visibles en el sector agrario. En este curso, por ejemplo, solo estábamos cinco mujeres de los 15 ganaderos que participaron en total. Es importante mostrar que esta profesión es igual de viable para unos como para otros y animo a todas las mujeres interesadas que se den la oportunidad”.
Apuesta rural
El Gobierno de La Rioja tiene por objetivos “rejuvenecer la profesión agraria, facilitar el relevo generacional, modernizar las explotaciones agrarias y adecuarlas a los nuevos requerimientos ambientales, económicos y de lucha contra el cambio climático”. Y para ello, “la formación y capacitación profesional es clave”.
En el periodo de programación actual 2014-2020 del PDR se han instalado 235 jóvenes, de los que un 81 por ciento lo han hecho a explotaciones agrícolas, un 16 por ciento a explotaciones ganaderas y el resto a explotaciones mixtas. Para la formación de jóvenes en el sector agrario se han destinado 1,6 millones de euros.
La consejera ha señalado que “La Rioja se encuentra entre las comunidades autónomas que, en proporción, mayor énfasis dedica a la instalación de jóvenes, en cuanto al presupuesto destinado en relación al PDR y en cuanto a los objetivos de instalaciones en función del número de explotaciones regionales”.
