Los datos que este jueves ha aportado el Ministerio de Sanidad sobre la situación epidemiológica en La Rioja llevan semanas esperándolos los especialistas. Porque no son unas cifras cualesquiera, sino la ‘factura’ sanitaria de las celebraciones de Navidad y Nochevieja, al cumplirse un ciclo de incubación del COVID-19 (catorce días) tras las fiestas de fin de año.
Tomando como referencia el periodo comprendido entre el 23 y el 31 de diciembre y su posterior ciclo de contagio, las Navidades han dejado en La Rioja la friolera de 2.897 contagios por coronavirus, unos registros que han disparado la pandemia a niveles insólitos hasta la fecha, con un triste récord diario de positivos y la más que real amenaza de alcanzar en los próximos días la máxima incidencia acumulada desde que hace once meses el virus llegara a la comunidad.
El relativo a los contagios no es el único dato escandalosamente abultado para un periodo de tiempo tan reducido. Desde el pasado 23 de diciembre La Rioja ha registrado 24 muertes (más de una defunción diaria de media), doscientas personas han ingresado en los hospitales por COVID-19 y 24 de ellas lo han hecho en estado crítico.
Y las expectativas no son, en absoluto, mejores. La incidencia acumulada de la comunidad se ha triplicado en tan solo tres semanas, pasando de los 227 casos por cada cien mil habitantes del 23 de enero a los 719 que ha alcanzado la comunidad este jueves. Y no solo eso, la positividad (porcentaje de pruebas que arrojan resultados positivos) también se ha desbocado, pasando del 7 % de entonces al actual 17 por ciento.
Además, las proyecciones que manejan los especialistas en función a la incidencia acumulada a siete días (de 494,01 en la actualidad) vaticinan que La Rioja superará en la próxima semana los mil casos de COVID-19 por cada cien mil habitantes (el pico registrado hasta la fecha, de 804 casos, se produjo el 9 de noviembre).
Esto no significa más que la presión asistencial crecerá en las próximas semanas de forma inexorable por los cuadros que empeoren de esos casi tres mil contagios registrados durante las Navidades y los que están por venir. Es la triste ‘factura’ sanitaria de las fiestas.
