La Rioja

La Biblioteca Rafael Azcona estrena espacios ilustrados por dos artistas riojanas

La Biblioteca Rafael Azcona crea dos nuevos espacios, uno dedicado a la juventud y otro centrado en los recursos audiovisuales, en los que dos artistas riojanas de prestigio nacional están interviniendo con la creación de murales artísticos, cuyo proceso puede ser seguido en directo hasta finales de este mes de noviembre.

La concejala de Cultura, Carmen Urquía, ha explicado que “tras detectar la necesidad de que la Biblioteca Rafael Azcona contara con una Sala Juvenil, creamos un nuevo espacio único que recogerá los fondos destinados al público joven, con edades comprendidas entre los 12 y los 25 años”. De esta manera, “adecuamos nuestros servicios a las necesidades y expectativas de las personas más jóvenes”.

Esta Sala juvenil “queremos que se constituya como un entorno de lectura, de diálogo y escucha pausada para las personas más jóvenes. A este espacio se trasladarán los fondos juveniles, ubicados actualmente en la Sala de lectura, y contará con las mesas suficientes para la lectura, estudio y trabajo en grupo”.

El objetivo, ha detallado Carmen Urquía, “es fomentar la lectura y promocionar este espacio bibliotecario como lugar formativo e informativo, en el que se puedan desarrollar las actividades destinadas a la población juvenil con propuestas innovadoras y clásicas a un mismo tiempo”.

“Para hacer más especial y único este espacio juvenil hemos contado con la colaboración de la artista Antonia Santolaya, quien, desde esta semana hasta finales de mes, está realizando un mural que ocupará las cuatro paredes de la sala y la habitará con elementos y personajes que exaltan a la juventud, su potencial de sabia fuerte que surge al mundo”.

La propia artista Antonia Santolaya ha comentado que su propuesta artística pretende crear un espacio que invite a la lectura desde el desenfado, la fluidez, la ensoñación y la interrelación entre los jóvenes asiduos a la sala. “Las imágenes en los muros crearán una atmósfera singular que les haga sentir que entran a un espacio propio, intencionadamente cuidado para las y los jóvenes, en el que se les invita a adentrarse en otros mundos a través de los libros”.

En su mural los personajes aparecen tras las estanterías con la intención de cruzar miradas con los visitantes, crear vínculos entre ellos y expandir su visión a la experiencia de viajar por las páginas, por los muros, por la vida.

Su intervención pictórica, ha detallado Antonia Santolaya, parte de uno de los muros y desde ahí recorre el resto de paredes, abarcando la sala al completo “con idea de acompañar la experiencia, sugerir y animar a ser parte integrante del espacio, de las historias que emanan de los libros y provocar que vuele su imaginación.”

“Con mis dibujos he querido romper el muro plano a través de elementos geométricos para abrir el espacio a nuevas posibilidades. Las figuras representan a jóvenes que se atreven a dar pasos y que, como los libros, se abren a nuevos mundos desde un pensamiento libre.

Además, en el mural la juventud se integra con la naturaleza, en un todo, como símbolo de creatividad y fuerza vital, así lo humano y la naturaleza se convierten en un elemento único y se abren desde los propios libros al espacio abierto de la biblioteca y del mundo”, ha apuntado.

Espacio audiovisual

Por otra parte, la concejala de Cultura ha explicado que el otro espacio en el que se ha intervenido está en la Sala de lectura, “donde vamos a crear una zona de audiovisuales en la que se compondrá un entorno de lectura, visualización y escucha pausada sobre arte e imagen”.

Para la visualización y audición de las películas y música que forman parte del fondo audiovisual de la biblioteca se incorporará un espacio modulado con tres televisiones y unos sillones de lectura individual, conformando un espacio abierto desde el que se pueda interrelacionar con el resto de la Sala de Lectura.

En este espacio, la intervención artística de la ilustradora Raquel Marín parte, como ella misma ha explicado, “de la idea de saborear la lectura y de la metáfora ‘comerse los libros’, que conlleva degustar las palabras, saborear los poemas, paladear los cuentos, deleitarse con el arte, atender al sonido de las palabras…todas ellas metáforas visuales que quiero plasmar a través de ilustraciones conceptuales en esta sala”.

La incorporación del movimiento artístico del muralismo en la Biblioteca Rafael Azcona, ha detallado, “establece un elemento de identidad, una expresión universal de la importancia de la ilustración en los entornos bibliotecarios, que pone el énfasis y la sensibilidad en que todas las personas puedan sentirse acogidas”.

Los murales los desarrollarán durante este mes y todas las personas que lo deseen, siempre que lo permitan los aforos de las salas, podrán acompañar a las artistas durante la realización de sus trabajos.

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