La hostelería es un sector duro y lo ha sido siempre. Largas jornadas de trabajo, épocas de sequía, incertidumbre constante… Y la llegada del COVID-19 lo ha terminado de rematar. Tras el confinamiento de marzo los establecimientos quedaron “tocados”, pero la llegada de esta segunda ola ha provocado el cierre definitivo de muchos.
Es el caso de La Fragua, un bar en la calle Ingeniero La Cierva de Logroño que regentaban ya hace algunos años Idania Martínez y Maialen de la Fuente, o como todo el mundo las conoce, Imar y Maia. Ambas llevaban tiempo en la hostelería y, anteriormente, dirigían la cafetería La Tostada Feliz. “La traspasamos para coger La Fragua. Invertimos todo lo que teníamos: dinero e ilusión. Todo iba bien hasta que llegó la pandemia. Las continuas restricciones y la falta de terraza hizo inviable el seguir adelante”.
“Costó muchas lágrimas la decisión de dejarlo, pero no podíamos hacer otra cosa”. Lejos de cruzarse de brazos, -“no sabemos cómo se hace eso”-, se pusieron manos a la obra para iniciar otro proyecto. “Nos dimos cuenta de que las plataformas de comida a domicilio funcionaban muy bien, pero ninguna ofrecía el servicio de desayuno, así que decidimos comenzar a llevarlos a casa personalizados y muy especiales”.
Así empezó todo
Las ganas de empezar este nuevo proyecto en el mismo local de La Fragua podía con ellas, pero las cuentas no salían. “Junto con la ayuda de mi hijo, nos organizamos en casa y nosotros mismos somos los que repartimos el servicio a los domicilios”, explica Imar.
Mensaje con Regalo es una caja de sorpresas, -nunca mejor dicho-. Desayunos recién preparados, cestas de regalos para cumpleaños, comuniones, aniversarios… cualquier celebración. Y, además, cestas pic-nic para salir al campo, cestas especiales con frutas, cava o vino y peluches gigantes. Y todo a domicilio de 7 de la mañana a 12 de la noche.
“Decidimos comprar una máquina englobadora y así hacerlo más especial. Hay cestas preparadas, pero estamos abiertas a todas las ideas que nos proponga el cliente. El secreto está en personalizar el regalo con todo lo que más le pueda gustar al sorprendido”.
Cestas personalizadas
La primera cesta que crearon fue la de desayuno: zumo de naranja natural, café y leche, bollería, emparedados, frutas cortadas y yogur. Además, sus variantes vegetariana, con hamburguesas vegetales, e infantil “al que le ponemos galletitas, chuches, cromos o libros de pegatinas con los gustos del niño”.
La última incorporación a este desayuno es el especial de chocolate con churros. “Un día nos pidieron uno y nos pusimos manos a la obra para localizar una cafetería que tuviera un buen producto y ofreciera este menú. Ahora trabajamos con ellos”.
Todos los artículos comestibles que se distribuyen en las cestas “son de la mejor calidad”. Para los desayunos tienen un convenio con la cafetería Avenida 55*. La bollería es de la panadería Fuente de Logroño y para las tartas cuentan con un acuerdo con Mi Dulce Favorito, de Lardero. Una vez tienen sobre la mesa los ingredientes, ellas se encargan de la decoración de la cesta.
Cada regalo es un mundo. Hay tantas cestas como personas y todas ellas se entregan acompañadas de música. “La entrega no es llevar y dejar, sino que acompañamos el detalle con música de cumpleaños o cualquier canción que identifique la relación de nuestro cliente y la persona que lo recibe. Además, si nos lo requieren también llevamos payasos”.
La última incorporación que se ha hecho a estos regalos es una pulsera solidaria de la organización riojana – alavesa ‘Amor sin Barreras’. “´Hemos comprado un gran lote de estas pulseras para incluirlas en cada cesta y así poner nuestro granito de arena en esta asociación que tanta ayuda aporta a los niños más necesitados de África”.
* Alberto Álvarez, responsable de la cafetería Avenida 55, ha aclarado tras la publicación de este artículo que su establecimiento permanece cerrado y que no hacen pedidos ni a recoger ni a domicilio.
