“La situación actual de La Rioja desde el punto de vista asistencial es de preocupante a muy preocupante”. Así describe el escenario hospitalario de la región el director de Asistencia Especializada, Javier Pinilla.
Los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad muestran cómo La Rioja es la comunidad española con mayor grado de ocupación de camas COVID en su UCI. “Se está aplicando el Plan de Contingencia pero, de seguir así, tendremos que pasar a la siguiente fase, es decir, nuevos espacios y nuevas camas, y eso supondría una mayor repercusión en el funcionamiento del sistema sanitario”.
Pinilla ha recordado en declaraciones a Radio Rioja Cadena SER que en marzo, cuando empezó la pandemia, “teníamos 17 camas UCI, y tras la primera ola hemos dejado 32 permanentes, pero la presión asistencial nos obliga a implementar el número. Tenemos hasta un total de 54 camas, pero eso ya forma parte de otra fase del Plan a la que no deseamos llegar”.
Perfil del paciente
El director de Asistencia Especializada ha señalado que el paciente tipo de Intensivos, comparando las dos olas, ha disminuido la edad, pero “la gravedad es similar. Son personas complejas que, en principio se prevé que van a estar durante una estancia larga en la UCI, -de dos a tres semanas-, y, seguramente, salga con unas secuelas que luego se resolverán o no. No es una situación baladí”.
En cuanto a la mortalidad, Pinilla ha subrayado que ha disminuido en relación a los primeros meses de pandemia. “Ahora rondamos el 22 por ciento y conocemos mejora el manejo de los pacientes, pero a pesar de ello son personas muy graves que consumen muchos recursos”.
Relajación y autoconfinamiento
El doctor Pinilla ha recalcado que la población en general tiene que concienciarse de que en ningún momento el virus ha desaparecido de nuestro entorno. “No hemos cambiado lo suficiente nuestros hábitos y hay que hacerlo. Vamos a tener que seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias a rajatabla aunque sean elevadas: continuar con la mascarilla, la higiene de manos, la distancia social, y, sobre todo, cambiar nuestros hábitos sociales”.
De seguir así, “seguiremos soportando una presión sanitaria asistencial crítica, lo que implica que el personal sanitario, que está dando el doscientos por cien, alcance altos grados de cansancio. Y en esto va nuestro sistema de Salud: por mucho músculo que tengamos, si la presión es muy grande, los recursos no son ilimitados. Todo tiene su límite”.
Por último, el director ha confirmado que “estamos llegando a un término en el que parece prudente que haya unas medidas más restrictivas y mejor pronto que no tarde. Es posible que haya que ir más allá, pero la situación asistencial es muy preocupante. Esperaremos a ver cómo evolucionan los datos y a las medidas que dicte la Salud Pública”.
