Dice el gran Sabina que “al lugar donde fuiste feliz no debieras tratar de volver”, pero este jueves Concha Andreu no le ha hecho mucho caso al poeta de Úbeda. Nada más entrar al IES Quintiliano ha decidido pasarse por su clase, por esa en la que seguramente vivió esa adolescencia que nos vuelve a todos un poco locos durante algunos años. Y es que, como ha comentado esta mañana una profesora del centro sobre cómo están viviendo los jóvenes la pandemia, “donde hay hormona, no manda neurona”.
Y así recordando vivencias por esos pasillos verdes del IES, ha subido al salón de actos.”Muchos de los que hemos estado aquí hemos hecho miles de obras de teatro aquí”. Y como mago que conoce los trucos a la perfección, en un momento que ha tenido que salir del escenario para atender una llamada, lo hizo por las bambalinas. “Qué ilusión me hace salir otra vez por aquí”, ha dicho recordando sus obras de Aristófanes.
Pero no ha sido la única. El director general de Innovación Educativa, Alberto Abad, también tiene buenos recuerdos de sus años mozos en el instituto. “Recordaba las clases mucho más grandes de lo que son”. Suele pasar. Y preguntaba a una de las profesoras. “¿Aún sigue el bar en el que se compraban los bocadillos de tortilla?”. Y es que quién no recuerda esos bocadillos de tortilla de su época estudiantil.
Definitivamente, Sabina no tiene razón. “Al lugar donde fuiste feliz, siempre deberías tratar de volver”, aunque sea para una de las reuniones más importantes del curso escolar en La Rioja Baja.
