Primero con los directores de los colegios públicos de La Rioja Baja. Después con los alcaldes de los municipios de la zona. La presidenta Concha Andreu se ha reunido este jueves, junto con los más altos cargos de Educación, para ultimar las claves del inicio del curso 2020-21.
Un curso que comienza ya y que se presenta con muchas dudas e incertidumbre. De manera inminente llegarán a las aulas de todas La Rioja más de 50.000 alumnos y esta mañana han conocido algunos de los detalles y han resuelto algunas de las dudas que tenían. A tres días de que los chavales empiecen a corretear por los pasillos. Y lo hacía en el instituto en el que ella estudió. Incluso pudo entrar en la misma aula donde pasó sus años de adolescente y en el escenario, “donde muchos de los que estamos aquí hemos hecho tantas obras de teatro”. Allí explicaba que “el plan de contingencia no es una receta mágica, pero se puede ir adaptando si todos contribuimos”.
Entre las dudas de los directores están presentes las de los padres y el resto de la comunidad educativa. Y algunas más. ¿Cómo impartir clases a los chavales que estén aislados pero no enfermos o a los que sean asintomáticos? ¿Qué pasa con la corrección de trabajos que los profesores deberían llevarse a casa? ¿Finalmente habrá que tomar o no la temperatura a los alumnos? ¿Como se va a escalonar la llegada de alumnos de otros municipios que necesitan de autobús para llegar al centro? ¿Será rápidas las sustituciones de los profesores que tengan que faltar por COVID-19? ¿Llegará a tiempo el material para las clases online? ¿Cómo asegurar que las mascarillas de los alumnos sean homologadas?
En un clima de cordialidad, tras la presentación del Plan de Contingencia y de las líneas generales para el inicio de curso, Andreu y los representantes de la Consejería de Educación han escuchado las preocupaciones y dudas expresadas por los representantes de los centros educativos y los alcaldes. La inmensa mayoría de las preguntas han girado en torno a los protocolos y pautas a seguir en las diferentes casuísticas que puedan darse en el día a día, así como recomendaciones sobre el uso y provisión de los diferentes materiales de seguridad.
Una vez más, la presidenta ha apelado en el inicio de este curso tan excepcional a la tranquilidad y la responsabilidad de la Comunidad Educativa, a la que ha agradecido “el extraordinario esfuerzo realizado hasta ahora para que la Educación no haya quedado interrumpida en ningún momento”.
En esta segunda ronda de reuniones, que ha tenido lugar en el salón de actos del IES Marco Fabio Quintiliano de Calahorra, Andreu y el equipo de la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud han recalcado la idea de que “los efectos de la pandemia y de las medias que se han tomado para contenerla han afectado a todos los sectores, pero al que más daño nos pueden hacer como sociedad es el de la Educación si no logramos mantenerla, por todo lo que supone; así que pese a dificultades debemos seguir adelante”.
Por ello, la presidenta ha insistido en la necesidad del modelo de educación presencial: “Hay que garantizar la presencialidad en la medida de lo posible, no hace falta decir que el paso abrupto al modelo a distancia fue difícil y que sobre todo incrementó la brecha entre las familias más desfavorecidas; y eso es algo que no podemos permitirlo”.
A este mensaje ha sumado el suyo el consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud, Pedro Uruñuela, quien ha subrayado una vez más “que todo el trabajo de estos meses de toda la Comunidad Educativa ha ido dirigido a garantizar que el centro educativo vaya a ser ahora un lugar seguro, más seguro que los parques o que las piscinas este verano, y por eso debemos pedir tranquilidad”.
