Buscar, elegir y tramitar un seguro es un trabajo que se debe hacer a conciencia. No se trata solo de leer la letra pequeña, sino de encontrar la opción que más se ajusta a las necesidades según el uso y las peculiaridades del conductor.
Estas son algunas de las claves básicas que hay que tener en cuenta al contratar un seguro de moto en caso de daño o avería.
Qué uso le vas a dar a la moto
Para conseguir el seguro que mejor se adapte, es conveniente prever el tipo de uso y los trayectos más habituales. No es lo mismo utilizar la moto como transporte diario para ir al trabajo que hacer trayectos largos o tener un modelo eléctrico en lugar de uno de gasolina. En cada caso te interesará una cobertura diferente que te proteja según el tipo de escenario.
¿Cuántas personas van a conducir la moto? A diferencia del coche, la cobertura de moto suele ser nominativa y por lo tanto solo cubrirá al propietario. Para ampliarla, muchas compañías permiten añadir conductores ocasionales.
Lo mismo ocurre con el acompañante. Algunas aseguradoras incluyen únicamente al conductor por lo que hay que comprobarlo antes de subir a alguien al asiento trasero de la moto.
En definitiva, se trata de definir de manera realista lo que necesitas contratar, ni más ni menos.
Qué tipo de póliza elegir
Al igual que en las pólizas de coche, hay tres seguros básicos de moto: a terceros, a terceros ampliado y a todo riesgo. El más completo puede no ser la mejor opción para todo el mundo.
Primero, porque claramente es más caro que los otros y después porque según la antigüedad de la moto puede o no llegar a compensar dada la rápida devaluación de los vehículos.
No existe un manual universal. En general, se recomienda el seguro a todo riesgo los primeros años y después rebajar el coste con uno a terceros. En esta categoría se pueden añadir algunas coberturas como robo, incendio o gastos médicos. Lo importante es que compares precios de pólizas equivalentes de aseguradoras distintas y te informes bien de lo que estás contratando.
Compara
Cuando todo este trabajo previo esté bien definido, es hora de buscar y comparar para encontrar la mejor opción. Muchas páginas webs tienen simuladores online donde introduciendo los datos se obtiene una aproximación bastante real de la cuota aunque es probable que el precio final varíe dada la gran cantidad de factores que entran en juego.
Lo mismo ocurre con los comparadores, son sistemas prácticos y fáciles de utilizar, pero hay que fijarse muy al detalle para poder cotejar las entradas de manera precisa. Otra posibilidad es llamar a varias compañías y pedir un presupuesto. Investiga, pregunta y pide descuentos u ofertas.
Cada vez hay más alternativas para contratar un seguro de moto. Eso es al mismo tiempo una ventaja y un inconveniente para el consumidor. Por un lado se encuentran precios más ajustados y atractivos y por otro se generan más dudas que nunca para decantarse por una u otra aseguradora.
El quid de la cuestión es determinar muy bien previamente lo que se necesita, buscar y comparar el máximo de opciones y decidirse por la mejor relación calidad precio.
