La Rioja

El Rasillo veta el botellón y las reuniones de más de diez personas

El de este año está siendo un verano atípico como pocos, en el que la crisis sanitaria del coronavirus ha situado a los destinos rurales entre las prioridades de los viajeros, que acuden a la llamada de la naturaleza en busca de parajes donde reina la tranquilidad.

En cambio, para desgracia de muchos vecinos, son otras las motivaciones que encuentran los turistas en el verano de la desescalada. Así lo asegura un vecino de El Rasillo de Cameros, que se confiesa “harto” de los ruidos nocturnos que pueblan su localidad en las últimas semanas.

El denunciante -que prefiere mantenerse en el anonimato- alude a una información publicada por el Sereno a mediados de julio, en la que otro lector denunciaba una fiesta nocturna en la que no se preservaban las medidas de seguridad ante el Covid-19. “Lo que se muestra en este vídeo no ha sido un hecho puntual ocurrido en El Rasillo, ni por veces repetido ni por su singularidad”, asegura, señalando que “durante el mes de julio ha habido borracheras múltiples y simultáneas por distintos focos del pueblo, incluso peleas entre grupos de jóvenes que no viven en la localidad”.

Al consultar al ayuntamiento de la localidad sobre estos hechos, desde el Consistorio trasladan que la situación de este verano es similar al de años anteriores y defienden que la tranquilidad es a tónica reinante en el municipio. En cambio, este vecino asegura que los responsables municipales “no quieren ver resentidos los píngües beneficios que están obteniendo con tantas visitas y turismos. El rendimiento económico se considera, por lo visto, muy por encima de la tranquilidad y la paz del pueblo”.

Multas y sanciones

Además, asegura que el alcalde “reconoció en el pleno celebrado el pasado lunes haber llamado más de 50 veces a la Guardia Civil, que ha multado a distintos grupos por un montante que supera los 30.000 euros en sanciones”. Consultado por este medio sobre esta cuestión, el instituto armado no confirma ni desmiente la cuantía de las sanciones, pero sí reconoce que ha impuesto alguna por incumplimiento de las normas para prevenir brotes por Covid-19.

Según defiende el denunciante, el malestar “es general” entre los vecinos del pueblo, lo cual se traduce en la celebración de reuniones para tratar de hallar una solución al problema y en la remisión de diferentes quejas formales al Ayuntamiento “que no han obtenido respuesta”.

El Consistorio, eso sí, ha emitido un Bando esta misma semana en el que prohibe la realización de “cualquier actividad de carácter festivo en la vía pública” que no cuente con la autorización de la Alcaldía, “con especial mención al denominado botellón”. Del mismo modo, El Rasillo ha prohibido las reuniones en las que participen más de diez personas, con sanciones que oscilan entre los 3.000 y los 60.000 euros.

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