Deportes

Al otro lado del pozo espera una fuente

FOTO: Eduardo del Campo.

La cuenta atrás sigue restando segundos en nuestro calendario futbolístico. La fecha está marcada en blanco y rojo de pura pasión: el fin de semana del 18 y 19 de julio. Es un reloj que descuenta segundos con lentitud porque el gran momento no acaba de llegar tras 10 años, 11 temporadas y una pandemia de desvelos. Pero solo restan 23 días de cuenta atrás… 23 días para la disputa del partido de nuestras vidas, para 90 minutos de una final generacional para todos esos riojanos que jamás han visto un ascenso del equipo de su región. Para un ascenso que incluso haría rejuvenecer a muchos aficionados al fútbol local.

Y mientras tanto, este jueves a las ocho de la tarde, la Unión Deportiva Logroñés conocerá al equipo que tratará de impedirle elevarse hacia el cielo. En pocas horas pararemos la cuenta atrás por un instante, cogeremos aire, mantendremos la respiración… y cruzaremos los dedos, porque cada uno, en su fuero interno (nadie se atreve a verbalizarlo) espera que sea la fortuna por fin la que halle el rival más idóneo para su equipo. Esperas que sea la suerte la que te permita ser algo más optimista de cara a afrontar la gran final de tu vida. El ser humano no está genéticamente programado para ser optimista antes de una gran final. Baleares, Castellón o Cartagena. Cartagena, Castellón o Baleares. Cada uno tendrá sus preferencias, una elección, pero callas porque no quieres gafarlo. No eres supersticioso, pero por si acaso… todos cruzamos los dedos.

En pocas horas conocerás ese rival al que recordarás de por vida. Le cogerás cariño porque le ganó tu equipo para ascender a Segunda. O le cogerás tirria porque impidió hacer realidad tu sueño de un ascenso a la primera, de un ascenso a Segunda en la primera gran final del equipo de tu ciudad. Baleares, Castellón o Cartagena. Son tus Juve, United o PSG.

¿Cuál será el idóneo? ¿Cuál será el rival más asequible? ¿Cuál será el que mejor se adapta a las virtudes de tu equipo? ¿Cuál será el que no está predestinado a ascender este año? Ese es el que quieres. Porque te mereces un ascenso, te mereces una alegría, te mereces festejar con los tuyos, te mereces, por fin, Murrieta.

Pero esto es fútbol, amigo. Y no te debe nada, absolutamente nada. El fútbol solo te da. Te da lo más importante: pasión. Alegrías y tristezas. Te produce sueños y desvelos. Te da la vida y te la quita… por un instante, durante noventa minutos, cada semana. Es una emoción que va y viene, que sube y baja, pero que forma parte de tu vida. Es tu vida. El fútbol, este fútbol de piel, por culpa del equipo de tu ciudad, que te ha dado amigos, momentos familiares únicos, que te permite sentirte vivo porque las victorias alegran y las derrotas duelen. Y sentir es vivir. Eso te da el fútbol, que te lo da todo, y que no te debe nada.

La cuenta atrás sigue, y en una tarde de bochorno en Puerto Banús conocerás al rival que quiere impedir que acabes, por fin, en Murrieta… Porque te vienen diciendo desde el siglo pasado que al otro lado de un pozo, siempre espera una fuente.

Subir