Las primeras semanas del estado de alarma reavivaron la actividad en el Mercado del Corregidor gracias a los repartos agrupados a domicilio y la venta a través de las plataformas digitales. Esta tendencia por comprar en el comercio local no mantiene los niveles iniciales del confinamiento gracias a la “desescalada”, pero tampoco se frena ante la competencia de los supermercados.
“En las últimas tres semanas hemos registrado cifras de ventas superiores a las del mismo periodo de 2019”, señala el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado del Corregidor, Enrique Rituerto. En concreto, habla de un crecimiento medio de hasta el 20 por ciento, cifra que varía en función del puesto porque “también hay negocios que han crecido más”.
“Además, con todo esto hemos ganado nuevos clientes que se han interesado por nuestro género y que prevemos mantenerlos”, apunta Rituerto. “Para este público hemos sido un descubrimiento”. Así lo ratifica Santiago Muro, de la Carnicería Violines: “Hemos llegado a un cliente nuevo para el que éramos la única opción de servicio a domicilio en las semanas más críticas de la epidemia, convirtiéndonos así en su referente”.
Es complicado cuantificar el volumen de ventas, pero Muro es consciente de que la “caja diaria ha bajado”, principalmente, por los pedidos de hostelería perdidos. “Aunque los encargos a domicilio han ayudado a recuperar en cierto modo la actividad, la realidad es que en mi caso he tenido que reducir personal. Pero eso no quita que las ventas sean buenas, porque aun sin los clientes hosteleros y con un horario comercial reducido, estoy vendiendo igual”, destaca.
La verdura ha sido una de las grandes “redescubiertas”, pero el género para asar a la parrilla coge carrerilla desde el pasado fin de semana. “Había ya ganas de un buen chuletón y chuletillas para disfrutar en familia o entre amigos y para este fin de semana tenemos otros tantos pedidos. El buen tiempo también acompaña”, apunta Muro.
“Hemos regresado a niveles de ventas similares a los de los buenos años de los mercados”, señala Ana Navajas, de la Pescadería Domingo Navajas, “porque por aquel entonces no había tantos supermercados y eso nos beneficiaba”. Todos los negocios coinciden en el mismo motivo, el servicio a domicilio implantado con la llegada de la crisis y que pretenden mantener a largo plazo. Por el momento, son los propios propietarios quienes se encargan de su realización.
“Es gracias a esto por lo que hemos ganado nuevos clientes”, apunta. Más público que se transmite en más ventas. Navajas reconoce que, con respecto a abril, la facturación de mayo “se ha estabilizado”. “Ahora lo que interesa es fidelizar a esos nuevos clientes”, señala. Retomar las relaciones comerciales con el sector hostelero, sin embargo, sigue siendo la principal urgencia.
