¿Cumple o no cumple La Rioja con los indicadores establecidos por el Gobierno de España para afrontar la desescalada desde el 11 de mayo? Es la pregunta que muchos riojanos se hacen estos días y que el director general de Salud Pública, Enrique Ramalle, ha despachado este miércoles indicando que la comunidad está en buenas condiciones. “Aquellos que son cuantitativos los hemos cumplido y aquellos que son más de tener o no tener, también los tenemos”.
Los citados indicadores contemplan salud pública (datos que proporcionan los servicios de vigilancia epidemiológica), movilidad, dimensión social y actividad económica. A partir de ellos se articularán las diferentes fases (0, 1, 2 y 3) que ha anunciado el Gobierno a partir del lunes. A partir del 11 de mayo, por tanto, se permitirá el inicio parcial de ciertas actividades, como la apertura del pequeño comercio «bajo condiciones estrictas de seguridad», no así los centros comerciales, y la ocupación de terrazas al treinta por ciento.
En cuanto a la capacidad del sistema sanitario, el SERIS ha demostrado durante toda la pandemia de COVID-19 el “músculo” con el que cuenta en los diferentes centros sanitarios, liderados por el Hospital San Pedro de Logroño. Tras albergar a más de 430 personas a principios de abril, el número actual de hospitalizados se encuentra por debajo de 170 (la UCI ha pasado de cuarenta a trece pacientes).
“Según se muevan los indicadores, las fases podrán venir antes o más tarde, o determinadas medidas podrán relajarse”, ha apuntado Ramalle. Uno de ellos es el número básico de reproducción (R0), que indica a cuantas personas contagia cada enfermo. Este martes, a las 21 horas, estaba en 0,88, por debajo de 1, por lo que se cumple. La tasa de crecimiento de la epidemia se encuentra ahora en un descenso promedio del seis por ciento en los últimos catorce días, por lo que también se cumple. “Estamos en buenas condiciones respecto a estos indicadores”, ha destacado.
Un repaso a la pandemia
Ramalle ha recordado que el primer caso de COVID-19 se produjo en La Rioja el 2 de marzo. Desde entonces hubo una fase de ascenso que tuvo su máximo entre el 25 de marzo y el 8 de abril. Dos semanas. “Desde entonces está en descenso”, ha resaltado el director general de Salud Pública, poniendo el acento en las dos tasas mencionadas anteriormente y en que disminuyen los ingresos en los hospitales y las UCI, aumentan las altas…
Ha aclarado que “esta fase no es lineal”. “Habrá altibajos y días con cifras un poco peores que el día anterior o dos días anteriores. En epidemiología no miramos sólo el dato del día sino la tendencia, que es lo que nos refleja la evolución de la enfermedad. Estamos en fase de descenso con un panorama de optimismo moderado”, ha concluido, insistiendo en la responsabildiad personal de cada uno para cumplir las normas y no provocar un rebrote.
La consejera de Salud, Sara Alba, ha detallado que el plan de vuelta a la normalidad en el ámbito hospitalario y en Atención Primaria se trabaja desde hace semanas: “El Ministerio nos ha pedido que tengamos un máximo despliegue, aunque hagamos el trabajo de vuelta a la normalidad con cautela”. Y sobre el segundo ámbito sanitario, Alba ha afirmado que no se concibe la desescalada separando la Atención Primaria de la atención hospitalaria.
