Durante este último mes las muestras de cariño y apoyo se multiplican. Son días difíciles y cualquier detalle, por pequeño que sea, puede convertir un simple gesto en un acto inolvidable.
La solidaridad y la humanidad han representado muchas historias a lo largo del confinamiento y los niños han sido, en muchas, los protagonistas principales.
Una enfermera del Hospital San Pedro de Logroño ha querido enseñar una pequeña muestra de la grandeza de los más pequeños para alegrar, aunque sea un poquito, la vida de los pacientes.
“Durante mi turno me ha sorprendido la creatividad y las ganas que ponen los niños aportando su granito de arena para con los enfermos ingresados. Es inmenso el cariño y el ánimo que quieren transmitir a estos pacientes que se encuentran solos sin la compañía de sus familiares”.
Un depresor lingual, o lo que es lo mismo, un “palito de madera de los que utilizan los médicos”, pintado y decorado por dos hermanas, Mara y Emma de 9 y 6 años, con la frase ‘¡todo saldrá bien!’se ha convertido en un elemento más de la bandeja.
