Cocinados Gran Vía es un establecimiento reconocible para los logroñeses. Quien más, quien menos, pasa de vez en cuando por esa zona de la capital riojana y repara en su escaparate. Lo que quizás no sabían hasta ahora es que su dueño se llama Manuel Pinillos y que, en estos tiempos de crisis para hacer frente al coronavirus, desarrolla una labor social hacia las personas que más lo necesitan y los profesionales sanitarios.
Cada jornada sale de su cocina la alimentación para cerca de cien personas. “Todos los días de la semana”. Una parte -alrededor de sesenta- va para los sanitarios de Logroño, Haro y Nájera, mientras que otra parte -alrededor de cuarenta- va destinada a personas mayores que están en sus domicilios y no pueden salir de casa. “Lo veo como una obligación”, recalca Pinillos.
El establecimiento de Gran Vía es el único que permanece abierto de los tres que tiene Pinillos y su plantilla se ha reducido a la mitad -habitualmente cuenta con ocho trabajadores-. Por el momento, “salvo causa de fuerza mayor”, permanecerá así para dar este “servicio mínimo” a sanitarios y ancianos. Y además de solidaridad, responsabilidad: la entrega se realiza con mascarilla, guantes y una desinfección previa de toda la ropa.
