El MayDeco Voleibol Logroño consiguió este domingo en Menorca su sexta Copa de la Reina y el decimoctavo entorchado de su historia. Las riojanas han logrado la hegemonía total en España (16 de los últimos 18 trofeos posibles), pero no compiten en Europa desde 2018 por motivos económicos. Simplemente, no pueden generar suficientes ingresos para costearse la competición europea. Y Carlos Arratia, su presidente, ha expresado su visión en los micrófonos de Radio Rioja: “Europa sería un paso natural, pero las dos últimas temporadas ya hemos tenido que recortar el presupuesto”.
“Somos el tercer presupuesto de la Superliga (320.000 euros), probablemente muy cerquita del cuarto. Hemos reducido plantilla, somos la más corta de la Superliga (10 jugadoras) y también uno de los cuerpos técnicos más pequeños (solo dos técnicos profesionales)”, explica el directivo. ¿Cómo se logra este éxito?. La respuesta es muy clara: “Estamos sacando brillo a cada euro que llega a nuestras manos, pero esto no puede ser infinito”. Una advertencia que cristaliza con el siguiente razonamiento: no se arriesgará la viabilidad futura del club.
Las ayudas públicas, a debate
En este sentido, pide más justicia en las ayudas públicas y llama la atención sobre la diferencia de trato con el BM Logroño. Mientras casi un 82% de los franjivinos sale de las arcas públicas, el porcentaje en su club baja hacia el 61%: “No es que lo veamos nosotros, es que es la realidad de los números. Si pudiéramos asegurar ese porcentaje, igual podríamos aspirar a otros presupuestos”. Arratia ha afirmado que no quiere un enfrentamiento entre clubes, porque “no beneficia nada y no es la realidad”.
Sin embargo, los logroñeses sí quieren luchar por lo suyo y expresan sus demandas en boca de su máximo responsable: “Queremos un reparto equitativo del dinero público, con buenos criterios: igualdad, equidad, con unos objetivos compartidos que sean igualitarios, no discriminen a nadie y den las mismas oportunidades a cualquier equipo, que habiéndoselo merecido deportivamente a base de ganar títulos, tenga que renunciar año tras año a metas que nos harían crecer (la Champions). Sería bueno para La Rioja, para el deporte riojano y para todo el mundo”.
La realidad del voleibol, que Arratia define como “el último de la fila”, se extiende a lo largo y ancho de la piel de toro en los deportes no masificados. Ninguna disciplina es capaz de generar sus propios ingresos: “A partir de fútbol y basket ACB, creo que ni la primera categoría profesional del basket femenino es capaz de generar recursos propios”. Baloncesto de otras categorías, balonmano, voleibol, hockey… todos en similares situaciones: “También se podría decir que todos los deportes que no puedan generar recursos propios, desaparezcan. Bueno, pues vale”, ha apuntado.
A pesar de todo, en la cima
Obviamente, Arratia quiere evitar por todos los medios ese extremo y enumera los intentos de su club por crear hinchada: “Nosotros, aunque no con demasiado éxito, lo estamos intentando cada temporada: visitas a colegios en Logroño y alrededores, invitaciones a asociaciones sociales, de vecinos”. De esta forma, según explica el dirigente, se atrae a más afición: “Hay que crear una cultura del deporte aparte del fútbol, que parece que está hasta en la sopa. Nos choca que aunque todas las personas que vienen a vernos salen con una sonrisa, luego no repiten o vienen poco”.
Según su punto de vista, el camino está en repetir ambientes como el de la final de Copa, con 1.500 aficionados en el Palacio de la Ciutadella vibrando con mucha emoción: “Es un espectáculo deportivo practicado por mujeres y tan atractivo como otros practicados por hombres”. El camino es seguir divirtiendo: “Se vivió un voleibol de altísimo nivel, llegamos a este punto de la temporada con un nivel de juego muy alto. Se vio en Menorca y estamos satisfechos”.
Después de todos estos factores, ¿cómo prolongar el ciclo victorioso?: “Las jugadoras no se cansan de ganar. Da vértigo mirar hacia atrás y saber cómo hemos sido capaces de hacer esto; mirar hacia adelante y preguntarnos a dónde vamos. Tenemos que tener nuevos retos, porque ya los tenemos un poco gastados”. Habiéndolo conseguido todo en España, queda competir en el Viejo Continente. Y así conseguir que el verde reflejado en la Fuente de Murrieta como homenaje a las campeonas se traslade también al futuro del equipo.
