La Rioja

Sin tregua: Calahorra comienza su tercera jornada de fiestas

En fiestas de marzo de Calahorra el tiempo es imprescindible e imperdible. No hay tregua. Son sólo cuatro días y hay que aprovecharlos al máximo. Hasta caer rendido. Con pocas horas de sueño, pero sin necesidad de madrugar demasiado (el encierro comenzaba a las diez de la mañana), los calagurritanos se han levantado aún con los ecos de la noche anterior. Una noche que ha dado para mucho.

A unos les dio para ponerse las botas robando móviles y a otros por pasárselo en grande, como debe ser en fiestas. Noche con una temperatura inmejorable y con todo lleno. La carpa a rebosar, las peñas también y otro tanto en los bares.

Y es que las fiestas dan para mucho. Tan pronto en el mismo local te encuentras con el presidente del Parlamento, Jesús María García, y la alcaldesa Elisa Garrido, como que giras la cabeza y ves al antiguo Equipo de Gobierno al completo. O tomando un pincho ves al consejero de Hacienda, Celso González, con la consejera de Agricultura, Eva Hita, en la barra de enfrente. “¿Y si le preguntamos a uno por el IVA y a la otra por la despoblación? Déjate que son fiestas”. También era fácil chocarse con el concejal de Festejos comprobando que todo salía bien en la carpa del Raso.

La plaza ha comentado la jornada del lunes con el tendido a rebosar y buen ambiente en el albero con chavales intentando recortar a las vaquillas. Las terrazas del centro, llenas. Unos desayunando, otros empezando ya el vermú. Cada uno a su ritmo. Había que llenar el estómago para disfrutar de los actos que hay previstos a lo largo de todo el día. Porque las fiestas de Calahorra son capaces de todo: de conseguir que adolescentes madruguen para tocar en la charanga infantil de la Calagurritana como de traer desde San Sebastián una tamborrada. Todo sea por el ruido, todo sea por la música, todo sea por no dar tregua a las fiestas en honor a Los Santos, como bien dijo la alcaldesa desde el balcón del ayuntamiento.

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